No abrirá un caso diplomático, pero los funcionarios estadounidenses están muy conmocionados. Esta mañana fue asesinado en Bengasi el embajador estadounidense en Libia, Chris Stevens, junto a otros tres ciudadanos estadounidenses. De la primera reconstrucción de los hechos parece que el embajador y sus compatriotas viajaban en automóvil en busca de un lugar más seguro tras el asalto nocturno al consulado cuando el vehículo fue alcanzado por un cohete. Según otras fuentes, ivnece, el embajador Stevens murió asfixiado en el consulado tras el asalto. Las otras víctimas son los dos infantes de marina que acompañaban al diplomático y un empleado del consulado. En total, sin embargo, hay catorce heridos.
La reacción de Obama fue dura e inmediata: “Cuatro estadounidenses extraordinarios fueron asesinados en Libia” y “queremos que se haga justicia y se hará justicia”. Pero el presidente estadounidense añadió de inmediato que "los lazos con Libia no se romperán". Pero, agregó, "es particularmente trágico que Stevens haya sido asesinado en Bengasi, una ciudad que ayudó a liberar".
El presidente del Congreso Nacional General, Mohamed al-Megaryef, mostró de inmediato el pesar de las instituciones libias: "Presentamos nuestras disculpas a los EE. UU., al pueblo estadounidense y al mundo entero", declaró.
Ya en la noche del martes, algunos manifestantes habían atacado con granadas y armas de fuego el consulado estadounidense en Bengasi, durante unos 45 minutos. La ira de los alborotadores fue provocada por una película considerada ofensiva para el Islam. El título del largometraje es “Inocencia de los musulmanes” de Sam Bacile, un estadounidense de origen israelí que ha comparado públicamente la religión musulmana con un cáncer para la humanidad.
EGIPTO – La protesta ya ha comenzado a extenderse al vecino Egipto. Los manifestantes irrumpieron en la embajada de Estados Unidos en El Cairo y quemaron la bandera estadounidense. Los Hermanos Musulmanes convocaron una nueva movilización el viernes, invitando a “manifestarse pacíficamente frente a las mezquitas para denunciar los insultos contra la religión y el Profeta”.
