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Mozambique: la granja educativa de Fra Luca y el sueño de dar un futuro sereno a muchos pequeños huérfanos

Entrevista a Fra Luca Santato, el fraile capuchino que eligió quedarse en Mozambique para crear una escuela y todo lo necesario para ayudar a los niños de Naputo, la capital de Mozambique

Mozambique: la granja educativa de Fra Luca y el sueño de dar un futuro sereno a muchos pequeños huérfanos

Fray Luca Santato es un joven capuchino originario del Véneto que está construyendo el "Granja huérfana"A Naputo. Un fraile incansable, concreto y decidido a hacer realidad un sueño, el de ayudar a dar dignidad y un futuro sereno a los niños de la Mozambique. Su proyecto consiste en poder crear con los cohermanos de Mozambique una verdadera granja educativa con escuela, comedor, centro de salud y al mismo tiempo enseñar a cultivar la tierra y criar animales para crear un modelo de negocio y de apoyo necesario para mejorar la vida.

Fra Luca ha regresado recientemente a Italia, por poco tiempo, para hablar, valorar, promocionar su trabajo para que pueda recibir una ayuda que le permita completarlo en poco tiempo. Nos recibe en Padua en la sede de Cappuccini, un sábado por la mañana, en camiseta y vaqueros, con el corazón lleno de ilusión y mucha concreción en querer llevar a cabo su proyecto que tanto nos recuerda al "hacer de las empresas del Nordeste. Lo entrevistamos, esto es lo que nos dijo.

Una "granja de huérfanos" en Mozambique para mejorar las condiciones de vida de los jóvenes

Fray Luca Santato Mozambique
Fray Luca Santato

Hermano Luca, ¿cómo surgió este proyecto tuyo?

“Después de un tiempo en Angola quise ir a Mozambique, se sabe que es un país muy pobre y por eso elegí la capital, Naputo -que hoy tiene 4 millones de habitantes- donde la pobreza es absoluta y donde los niños Vivir en condiciones precarias e imposibles de describir. Así nació el "Granja educativa para huérfanos“. Piénsese que hay unos 700 niños abandonados por diversas causas y que viven en el basurero de la capital, donde duermen y comen lo que encuentran en un ambiente con temperaturas que pueden superar incluso los 50 grados durante el día. Por eso sentí la necesidad de acudir a ellos para asistirlos, empezar a darles una comida digna y sobre todo una formación continua”.

¿Cómo pasa su día?

“Me levanto por la mañana y mientras continúan los trabajos de construcción, camino por la ciudad, con un hábito y una mochila al hombro, donde pongo fruta y pan que distribuyo a los niños por los que paso. Día tras día sin parar nunca hasta la noche. Ya me reconocen y muchos de ellos me esperan en el camino. Luego les hablo en portugués y trato de animarlos a que vengan a comer a la Granja, donde hay un comedor que hoy atiende unas 200 comidas al día”.

¿Cómo avanza el proyecto?

“Trato de dar a conocer el proyecto como y donde puedo, ya hemos tenido varias ayudas y agradezco la generosidad de muchas personas, ahora estamos haciendo un muro perimetral, pero siempre necesitamos ayuda para terminar todo. La finca se divide en 4 áreas: un centro pediátrico mediano (diurno), un centro educativo para la mujer y su asistencia, un centro asistencial para niños y adolescentes y finalmente un "oratorio" de formación agrícola".

¿A qué te refieres con formación agrícola?

“Una escuela que pueda hacer entender a los niños que a través del cultivo de productos agrícolas uno puede redimirse. Mozambique es rico en agua y la tierra es muy fértil con productos extraordinarios que no solo pueden garantizar la subsistencia alimentaria sino también dar un trabajo real y una independencia que permita vivir con dignidad. Tenemos plantas como la Moringa, conocida como el "árbol milagroso" o "árbol de la vida", aloe, eucalipto, té y café, pero también mucha fruta con sabores y cualidades excepcionales. Sería interesante encontrar una red de distribución aquí en Italia también”.

También creaste un taller de carpintería, ¿verdad?

“Sí, tenemos un taller que enseña a los niños a trabajar la madera, hemos hecho varios objetos en madera de coco que han sido muy apreciados. Pero lo importante es enseñarles el sentido y el valor del trabajo para que puedan mejorar su calidad de vida”.

¿Cómo respondieron las instituciones públicas con las que tuvo la oportunidad de tratar?

“El ámbito público es más lento que el privado, sin embargo responden bien, un ejemplo es la Región del Véneto que ya nos financió con 40 euros para completar un área que nos interesa. Ahora tenemos algo abierto con el CEI por 240 euros y espero que todo vaya por el buen camino para dar otro paso importante”.

¿Cuál será el futuro de este lugar “bendito”?

“Un simple “Hogar” que pueda acoger y brindar capacitación, así como atención en salud, por eso siempre estamos en la búsqueda de médicos voluntarios a quienes acogemos con inmensa gratitud. Pero está abierto a todas aquellas personas que puedan aportar su ayuda y su profesión”.

Una vez que todo esté hecho, ¿qué hará ella?

“Mi tarea podrá concluir cuando la Granja sea autónoma, hoy ya hay 40 frailes mozambiqueños ayudándome y será su tarea continuar. Esta maravillosa experiencia es parte de mi historia, pero aún quedan otros lugares u otras misiones por emprender”.

Para contribuir al proyecto de la granja, las donaciones pueden ser enviadas a la Provincia de Veneto de los Frailes Menores Capuchinos, secretaría misionera de Padua (Iban IT79H0329601601000067207077, con motivo de pago «Granja educativa para huérfanos – Maputo».

Para quien desee más información, también puede escribir a Fra Luca a la siguiente dirección: fralucamissioadgentes@gmail.com.

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