El esfuerzo del nuevo Ejecutivo italiano será “poner a Europa en el centro de la actividad gubernamental y contribuir en lo posible al desarrollo armónico y sólido de la Unión Europea”. Así se presenta Mario Monti ante la Comisión Europea, en su nuevo debut como primer ministro.
Hablando en la conferencia de prensa después de una reunión con el presidente José Manuel Barroso, Monti inmediatamente aclara las cosas, enviando un mensaje de discontinuidad. El jefe de Gobierno, que recordó los diez años que pasó en las instituciones de la UE, pretende "hacer de puente" hacia la UE. No es casualidad que Monti haya querido subrayar el nuevo papel que Italia pretende tener a partir de ahora: "La intensa, profunda y larga conversación con Barroso versaba sobre la estrategia común más que sobre aspectos precisos" de países individuales. Después de todo, el momento de discutir detalles económicos no es hoy.
“En materia económica, profundizaré el viernes, cuando reciba en Roma a Olli Rehn”, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios y vicepresidente de la Comisión Europea. Hoy, por tanto, "no se ha abordado la cuestión de un presupuesto equilibrado para 2013 para Italia". “Espero que Italia pueda colaborar en la definición del futuro de Europa – añadió Monti -. Europa no nos da constricciones, sino indicaciones en interés del país y sobre todo en interés de las generaciones futuras”.
El primer desafío que deberá enfrentar el nuevo gobierno es, por tanto, el de "explicar al interior del país que lo que haremos no es por cumplimiento burocrático", sino para dar vida a "un futuro mejor". El camino es el de las reformas: “Comparado con el gobierno anterior, queremos tener menos conflictividad –dijo antes de dejarse traicionar por la emoción–. Queremos tener menos conflictividad para llegar hasta el final en cuanto a reformas estructurales”. Barroso, por su parte, no ocultó que “la situación italiana sigue siendo difícil”, e invitó a trabajar duro: “Nadie espera milagros, sino un esfuerzo continuo y constante”.
Para usar una metáfora deportiva, "no necesitas carreras de velocidad, sino concentración en un maratón". En definitiva, "se necesita tiempo", al fin y al cabo, articuló Barroso, "la percepción de los mercados no se puede cambiar de un día para otro". Pero el presidente de la Comisión de la UE dejó entrever que Italia va por buen camino: “Conozco a Monti, sé que es una persona muy competente. Le tengo pleno respeto y confianza y creo que tiene la capacidad de dirigir este país”, dijo Barroso, quien dirigió sus “mejores deseos al presidente del Gobierno, querido Mario”.
