comparte

Milán, póquer en Sassuolo: Suso se desbloquea

El resultado obtenido por Gattuso es mucho más de lo que se podía imaginar en la víspera, cuando los problemas técnico-característicos de los rossoneri parecían gigantes y la ausencia de Higuaín, unida a las precarias condiciones de Cutrone, dejaban traslucir oscuros augurios.

Milán, póquer en Sassuolo: Suso se desbloquea

El despertar de Milán. En la tarde más difícil, aquella en la que había que ganar a toda costa sin poder contar con ningún primer delantero, el equipo de Gattuso consiguió doblegar a Reggio Emilia, recuperando así puntos y una sonrisa. El póquer ante el Sassuolo es mucho más de lo que se podía imaginar en la víspera, cuando los problemas técnico-característicos de los rossoneri parecían gigantescos y la ausencia de Higuaín, unida a las precarias condiciones de Cutrone, dejaban entrever turbios augurios.

Sin embargo, nadie se había puesto de acuerdo con Suso, que había decidido echarse al hombro a su entrenador y compañeros para patear la crisis. El español llevó al Milán a una victoria fundamental, tanto en la clasificación (ya van 9 puntos pero con un partido menos que todos los demás) como en la moral (los tres últimos empates habían creado un enorme descontento), dando así a todo el mundo rossoneri un domingo de alegría después de mucho, demasiado tiempo.

“Este equipo siempre había jugado un buen fútbol, ​​pero lamentablemente no hubo continuidad – comentó Gattuso – Sabía que podía contar con los muchachos, aunque la fase defensiva se podía hacer mucho mejor. Repito: veo muchas cosas buenas y espero que esta victoria nos dé la tranquilidad que necesitamos para crecer”.

Una golondrina no hace primavera, de eso no hay duda, así que es pronto para definir al Milan como "fuera de peligro", pero seguro que despejar el campo del Sassuolo con un claro 4-1 es buena señal de recuperación. Resultado redondo y maduro, a diferencia de otros tiempos, con una segunda parte mejor que la primera, cuando los equipos de De Zerbi y Gattuso habían batallado esencialmente en igualdad de condiciones.

Dos ocasiones muy por cada lado, luego pata de Kessie para romper el equilibrio (39'), sin dejar la sensación de tener el partido en la mano. Pero al comienzo de la segunda parte, una gran jugada de Suso (50') reforzó el resultado, antes de que Castillejo le bloqueara con un zurdazo desde fuera (60'). ¿Todo terminado? No, porque Sassuolo, movido por el orgullo y la fuerza de la desesperación, encontró el gol de la bandera (Djuricic en el minuto 68), asustando un poco al Milan, obligado a defenderse (pero nunca encajando ocasiones reales) con algunas preocupaciones de más. .

Pero el temporal pasó sin hacer daño y la victoria se fue al armario mucho antes del último gol de Suso, más bueno para la moral del español (no marcaba desde el 27 de febrero) que para otra cosa. Necesitábamos ganar, posiblemente de forma contundente: misión cumplida y Gattuso, al menos durante unos días, puede volver a respirar.

Revisión