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Milán y Nápoles, un domingo bestial

Los rossoneri pierden en Udine y se arriesgan a comprometer todo lo bueno que han hecho esta temporada al perder terreno en la clasificación y alejarse de la zona de la Champions respirando en la nuca del resucitado Inter

Milán y Nápoles, un domingo bestial

Un domingo para olvidar. Por Napoli, incapaz de vencer a Palermo y enganchar a Roma en el segundo lugar y por Milan, también derrotado en Udine y lidiando con una crisis de resultados que corre el riesgo de comprometer todo lo bueno hecho hasta ahora. El resultado más sensacional es sin duda el de los Azzurri: el partido en casa ante el penúltimo de la clasificación parecía un simple trámite, en cambio sólo salió un empate del San Paolo (también una remontada) que impide el enganche al segundo puesto y peligrosamente Se acerca el 'Inter (ahora solo 3 puntos).

“Hay un gran pesar porque al equipo no le fue mal – análisis de Sarri. – A veces hay partidos embrujados, en los que terminas encajando goles en la única oportunidad permitida. Solo lamento haber visto confusión en los últimos minutos, debimos haber aprovechado mejor la presencia de Pavoletti pero por otro lado los muchachos tienen que acostumbrarse a él y viceversa. Repito que lo siento pero no me preocupo”.

Sin embargo, queda la sensación de haber desperdiciado una gran oportunidad de asegurarse el puesto de Champions, ahora completamente en discusión dado el progreso del Inter, así como la posibilidad de mostrar a todos un crecimiento mental evidentemente aún lejano. Palermo afrontó el partido con humildad y valentía, tanto que encontró el gol en el 6' por mediación de Nestorovski, que supo convertir a puerta un gran centro de Rispoli.

A partir de ahí empezó el asedio al Nápoles pero los disparos de Mertens y Callejón encontraron a un gran Posavec, hombre del partido al menos hasta mediada la segunda parte. Porque en el minuto 66 el portero rosanero lo arruinó todo con un pato increíble, que permitió a Mertens encontrar el empate. Parecía el preludio de los adelantamientos, pero el resultado no ha cambiado desde entonces. Y Napoli volvió a casa con un punto que realmente deja mal sabor de boca.

Un poco como para el Milán, obligado a pronunciar la palabra "crisis" por primera vez en la era Montella. Esta vez el planteamiento no tiene nada que ver, de hecho el inicio había sido más que prometedor, tanto que el 1-0 de los rossoneri llegó en el 8' (Bonaventura con asistencia de Suso). Pero luego, con el paso de los minutos, el Milan se desvaneció y el Udinese de Delneri acabó sufriendo, bueno y afortunado en capitalizar los episodios del partido de la mejor manera posible.

Error de Locatelli que mandó a Thereau a portería para el 1-1 (31'), pero sobre todo tema del árbitro Banti, que no expulsó a De Paul por falta sobre De Sciglio. Episodio del lápiz rojo: un minuto después, de hecho, el argentino marcó el gol del 2-1, además partiendo desde un costado dejado destapado por el lateral rossoneri (también un error de Montella que no aceleró la sustitución con Vangioni) .

“Fue ingenuo, lamentablemente cometemos errores que pagamos muy caros – suspiró el técnico rossoneri. – En este caso, además del daño de haber perdido a De Sciglio, también estaba la burla del gol, tenemos que saber ser un poco listos aunque es normal cometer errores cuando tienes tantos jugadores jóvenes. Desde el punto de vista del juego no estamos en crisis aunque, resultados en mano, seguro que algo anda mal”.

Sin embargo, la clasificación empieza a complicarse y ante la Sampdoria será necesario volver a los 3 puntos: de lo contrario, la vuelta a Europa, que se daba por supuesta hasta hace unas semanas, podría complicarse mucho.

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