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Entre Miguel Ángel y Caravaggio, una exposición "suntuoso" en Forlì

Los protagonistas en el San Domenico serán el drama y la fascinación de un siglo que vio convivir los inquietantes dolores de un soberbio atardecer, el del Renacimiento, con el progreso de un horizonte nuevo y luminista, con grandes obras maestras del manierismo.

Entre Miguel Ángel y Caravaggio, una exposición "suntuoso" en Forlì

El San Domenico di Forlì anuncia, del 10 de febrero al 17 de junio de 2018, una exposición que no está fuera de lugar para definir "suntuoso". Caracterizado por un nuevo itinerario expositivo que, por primera vez, utiliza como sede expositiva la iglesia conventual de San Giacomo Apostolo, al término de su recuperación total.

The Eternal and the time between Michelangelo and Caravaggio documenta lo que fue uno de los momentos más altos y fascinantes de la historia occidental. Los años que transcurren idealmente entre el Saqueo de Roma (1527) y la muerte de Caravaggio (1610); entre el inicio de la Reforma protestante (1517-1520) y el Concilio de Trento (1545-1563); entre el Juicio Final de Miguel Ángel (1541) y el Sidereus Nuncius (1610) de Galileo representan el comienzo de nuestra modernidad.

La petición a la Iglesia de Roma de un mayor rigor espiritual, si por un lado producía una renovada defensa de las imágenes sagradas (sobre todo por parte de la Compañía Ignaciana de Jesús), por otro requería una atención diferente a la composición y representación de las imágenes, así como una redefinición del espacio sagrado y sus ornamentos.

Así se desarrollan nuevas escuelas y orientaciones. Desde el intento de dar vida a un "arte atemporal" de Valeriano y Pulzone, en el ambiente romano, a los resultados del modelado cromático de Tiziano, al naturalismo de los Carracci, con su "cariñoso timbre lombardo", como llama Longhi él.

Pero es también la vida cotidiana la que se libera de los destellos del Renacimiento extremo. Hay una "temperatura sentimental" que parece interpretar el nuevo significado del Concilio de Trento que debe hablar a todos los corazones, creando una nueva forma de piedad y devoción, con la exaltación de la figura mariana, los primeros mártires y los nuevos santos. . Francisco de Asís sobre todo.

En Italia, la batalla más exigente por la pintura y por la vida moderna se libra en la pintura de comisión sagrada. El protagonista de esta lucha es sobre todo Caravaggio. Intenta una innovación radical de su significado religioso como un hecho de religión profundamente popular.

Del último Miguel Ángel a Caravaggio, pasando por Rafael, Rosso Fiorentino, Lorenzo Lotto, Pontormo, Sebastiano del Piombo, Correggio, Bronzino, Vasari, Daniele da Volterra, El Greco, los Carracci, Federico Barocci, Veronese, Tiziano, Federico Zuccari, Guido Reni, Domenico Beccafumi, Giuseppe Valeriano y Scipione Pulzone, añaden un hilo estético de referencias e innovaciones que darán vida a una nueva era. Incluye formas alternativas de Rubens y Guido Reni.

Imagen: Daniele da Volterra: El profeta Elías en el desierto hacia 1550, óleo sobre lienzo. Colección privada, cortesía Galleria Benappi

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