En el Evangelio, Jesús cuenta la parábola del rico que invita a un banquete a los pobres y desheredados. En una versión confuciana de la parábola, hay quienes en China invitan a los ciudadanos (en el sentido de los habitantes de la ciudad) a invitar a cenar a esos trabajadores inmigrantes (del campo) que a menudo son condenados al ostracismo. Socializar en la mesa es un rasgo distintivo de la sociedad china (pero no el único), y tres académicos, en colaboración con Sohu Weibo, uno de los sitios de microblogging más importantes de China, han lanzado un proyecto benéfico llamado 'Invita a un inmigrante a cenar ' .
La campaña tiene como objetivo organizar 10 llamadas en 100 ciudades durante el año. No es solo una cena, dijo Sun Liping, profesor de sociología en la Universidad de Tsinghua, "es un movimiento social que lucha contra la discriminación". China tiene alrededor de 250 millones de trabajadores migrantes, que han dejado el campo para buscar oportunidades de ingresos en las ciudades.
La iniciativa ha disparado la imaginación de muchos, incluso de algunos famosos que han aceptado la invitación para hacer invitaciones. Altos funcionarios públicos, como Chen Li, subdirector de policía en el distrito de Shaanxi, después de escribir en Sohu Weibo que invitaría a los "hermanos inmigrantes", organizaron una cena con ocho trabajadores en el restaurante. Y pagó la cuenta.
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