No, no ha sido un verano especialmente caluroso. No es que no hayan faltado las olas de calor, en concreto la de los diez primeros días de agosto, pero a la espera de los datos definitivos de la temporada (que para los meteorólogos finaliza el 31 de agosto) ya se puede decir que, especialmente en lo que se refiere al mes de julio, el de 2018 habrá sido un verano menos caluroso que el de 2017. “Aún no tenemos los datos definitivos – explica Raffaele Salerno, gerente general del Epson Meteo Center – pero las sensaciones son estas: incluso en términos de precipitaciones, en comparación con la emergencia por sequía del año pasado, tuvimos una temporada más normal. No llovió mucho, salvo alguna excepción, pero veníamos de un invierno y una primavera en los que llovió incluso más de lo necesario”.
Un verano, por tanto, sin anomalías particulares: marcado por temperaturas muy altas, en ocasiones incluso por encima de la media de la época, pero que contrastan con los picos de las últimas temporadas. Y en contraste también con respecto a otros países europeos, que en cambio vivieron un período absolutamente excepcional: en Francia, por ejemplo, este fue el segundo verano más caluroso de la historia. “Más allá de los Alpes, el fenómeno fue extraordinario, especialmente en lo que respecta a las temperaturas nocturnas. Pero incluso en Inglaterra -explica Salerno- en los meses de junio y julio las temperaturas eran altas y apenas llovía: una auténtica anomalía para ellos”. En Italia, la anomalía extrema se refería a la temperatura de nuestros mares, en concreto el Adriático pero también algunas zonas del mar Tirreno: “Algunos días hemos llegado a tocar los 30 grados como temperatura superficial, cuando la media está entre los 25 y los 27 grados y a veces también pasa que el agua no supera los 23 -24 grados en la superficie”.
[sonriendo_video id="62582″]
[/sonriendo_video]
¿Y qué otoño será? “Es difícil decirlo ahora”, subraya Salerno que advierte “de los bulos que circulan por la red. Las previsiones que superan los 4-5 días dejan el tiempo que encuentran. Hay modelos climáticos que dan la sensación, pero repito es una sensación, que desde el punto de vista de las temperaturas la temporada que viene va a ser más o menos normal”. Mientras tanto, tras el paréntesis de otoño del pasado fin de semana, el verano ha vuelto a Italia: entre el viernes y el domingo pasará una perturbación que, sin embargo, no anticipará la llegada del otoño. “Es solo una pequeña ventana de mal tiempo, luego vuelve el verano. No esperamos anomalías la próxima semana: tras el paso de este frente, el clima volverá a ser el típico de finales de verano. Caliente, pero no demasiado”, concluye el meteorólogo del Centro Epson.
