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Marruecos: el crecimiento del +4,4% no es suficiente para las exportaciones y la IED

A pesar de las notas positivas, persisten muchos elementos de debilidad en el país norteafricano, como la reducida diversificación de la economía y la dependencia de los hidrocarburos, las condiciones climáticas y las tensiones políticas en la región - En 2014, el crecimiento del PIB de Marruecos se desaceleró hasta el 2,6% , pero se espera un retorno a +2015% en 4,4.

Marruecos: el crecimiento del +4,4% no es suficiente para las exportaciones y la IED

Según datos preliminares publicados por el Centro de Estudios Intesa Sanpaolo, El crecimiento del PIB de Marruecos se desaceleró al 2014% en 2,6 desde el 4,4% del año anterior, tras la caída de la producción agrícola (-1,8%), donde las condiciones climáticas menos favorables provocaron una caída significativa en la cosecha de cereales. En particular, la cosecha de trigo cayó a 6,7 ​​millones de toneladas desde 9,7 millones.

En cambio, la dinámica del PIB no agrícola se aceleró al 3,4%, desde el 2,8%, con la impulso de la actividad extractiva (ver ítem fosfatos) aumentó 12,3% luego de tres años consecutivos de caída, y por la generación de energía y refinación, aumentó un 3,6% luego de la contracción (-0,4%) observada en 2013 gracias a la producción de energía termoeléctrica. Sin olvidar el sector servicios, en concreto transporte (+4,3%) y comunicaciones (+6%). La actividad manufacturera se aceleró (+2% desde +0,7%), aunque registró una dinámica inferior a la cifra de crecimiento promedio de toda la economía.

El buen comportamiento de la transformación de alimentos (+4,7%) y textil (2,5%) fue acompañado por una caída del 4,9% en refino y del 2,6% en automóviles. Por último, en 2014 se produjo una ralentización de la actividad constructora (+0,4% desde +1,2%), provocada principalmente por la ralentización de la promoción inmobiliaria privada. La debilidad de los ingresos agrícolas, en un escenario que emplea en torno al 40% de la plantilla, pesaba sobre el consumo, que reportó un crecimiento estimado de poco más del 2% frente al +3,7% de 2013, a pesar del buen desempeño de las remesas. Las inversiones fijas brutas, que aumentaron un modesto 0,8%, se vieron afectadas por la finalización de algunas plantas industriales (automoción y aeronáutica) en los últimos años y por la desaceleración del sector residencial.

A pesar de esto, le exportaciones, que creció un 6,1%, registró el mejor desempeño desde 2010, impulsado por la demanda de los mercados del Golfo. Se espera que los flujos comerciales salientes se beneficien de la recuperación de la economía en Europa, de diversificación del comercio, también perseguida gracias a importantes inversiones productivas extranjeras en los sectores de la automoción y la aviónica, y el desarrollo del comercio con Oriente Medio y África, tras la ampliación del puerto de Tánger, importante centro comercial entre África y Europa.

Según lo informado por Intesa Sanpaolo, Se espera un crecimiento del PIB real del 2015% en 4,4, y se espera que la producción agrícola crezca un 3,9 % en términos reales, mientras que se prevé que la producción no agrícola se acelere hasta el 4,4 %, desde el 3,4 % de 2014. El importante peso de la agricultura en la economía, muy sujeta a eventos climáticos, hace que las previsiones de crecimiento a medio/largo plazo sean muy inciertas. La tasa de inflación media cayó al 0,4% en 2014 desde el 1,9% en 2013, aunque la tasa tendencial registró una aceleración limitada en los últimos meses de 2014 y principios de 2015, impulsada por laaumento en los precios de algunos productos alimenticios debido a la disminución de las cosechas y los costos de transporte, tras la eliminación de los subsidios a los hidrocarburos.

El Banco Central espera que la inflación promedio suba a 1,2% durante este año. Y aunque el peso del sector agrario sigue siendo significativo (17% del PIB), la economía de Marruecos ha logrado un cierto grado de diversificación gracias a las inversiones realizadas en turismo, construcción, minería, servicios manufactureros y las reformas que han favorecido la iniciativa privada. En la última década, la tasa de crecimiento promedio del PIB ha permitido que la tasa de desempleo caiga del 13,4% en 2000 al 9,2% en 2013. Sin embargo, el país aún alberga grandes áreas de subdesarrollo en el campo y en los suburbios de las grandes ciudades, con focos de tensión social. Las infraestructuras, en concreto las redes de transporte, generación de energía y telecomunicaciones, siguen siendo insuficientes.

Marruecos tiene un gran déficit de balanza de pagos corriente estimado en el 6,5% del PIB en 2014, debido a la parte comercial y solo parcialmente compensado por las remesas de los trabajadores migrantes (8,1% del PIB en 2013) y por los flujos por turismo (6,7% del PIB). El país tiene relaciones muy estrechas con los mercados de la UE., de donde provienen casi el 90% de las remesas de los trabajadores migrantes, más del 90% de los ingresos del turismo, el 80% de los flujos de IED (equivalentes al 4,3% del PIB en 2013) y más del 60% de las exportaciones.

La inflación contenida y la desaceleración de la economía llevaron al Banco Central a actuar sobre el apalancamiento monetario. El tipo de referencia, que no había cambiado desde 2012, se recortó dos veces en los últimos meses del año pasado en un total de 50 puntos básicos hasta el 2,50%. La Autoridad Monetaria también recortó el coeficiente de encaje legal del 4% al 2%. El dirham marroquí sigue un régimen de flotación controlada hacia una cesta de monedas en la que el euro pesa el 80% y el dólar el 20%. Recientemente, sin embargo, el Banco Central ha expresado su intención de pasar a un régimen de tipo de cambio más flexible dentro de tres años. A pesar de la situación económica menos favorable, en 2014 el déficit público se redujo al 5% del PIB, desde el 5,4% del año anterior. Se espera que el gasto en beneficios caiga al 2,6% del PIB este año, tras la eliminación desde principios de 2015 de todos los subsidios a los hidrocarburos. Esta disposición, combinada con la reforma fiscal que prevé la simplificación del IVA y el control del gasto en salarios mediante el bloqueo de la facturación, debería conducir a un déficit del 4,3% del PIB en el objetivo del Gobierno, acercando la meta a largo plazo acordada con el FMI (déficit equivalente al 3% del PIB en 2017).

La balanza de pagos de Marruecos registra un déficit corriente estructural estimado en el 6,5% del PIB en 2014 (frente al 8,3% del año anterior) provocado por el elevado déficit comercial (estimado en cerca del 20% del PIB en 2014, la mitad debido a la energía), solo parcialmente compensado por los superávits de la cuenta de servicios y las transferencias. La parte financiera, en cambio, reporta un gran superávit, superior en valor absoluto al déficit por cuenta corriente, gracias a la IED, préstamos y ayudas de países amigos. El año pasado Marruecos captó 2,5 millones con emisiones de Eurobonos (1 millones el Estado, 1,5 millones la Empresa de Fosfatos). En 2015, asumiendo un precio promedio del petróleo en torno a los 55 dólares el barril, se estiman ahorros energéticos de más de 5 millones de dólares (4% del PIB) y, ceteris paribus, una disminución del mismo monto del déficit comercial y del actual. 

Al cierre de 2014, las reservas de divisas ascendieron a 18,6 millones de dólares, desde 17,9 mil millones. La cifra de reservas se compara con un requerimiento financiero extranjero en 2015 estimado por EIU en 15,8 millones para un índice de cobertura de reservas medido sobre el stock de reservas a finales de 2014 de 1,2. El pasado mes de julio, el FMI concedió a Marruecos la renovación por otros dos años de una línea de crédito precautoria (PLL) por importe de 5,1 millones. Este préstamo se otorga a países que, a pesar de tener buenos fundamentos, están enfrentando un deterioro temporal de sus finanzas públicas y/o su balanza de pagos debido a choques externos. Hasta la fecha, Marruecos aún no ha utilizado esta línea, a pesar de que la posición financiera exterior neta asciende al 61% del PIB en septiembre de 2014 y el deuda externa equivalente al 43% del PIB a finales de 2014.

A pesar de las mejoras, varias persisten elementos de debilidad, como una producción manufacturera fuertemente orientada hacia sectores intensivos en mano de obra, por lo tanto sujeta a presiones competitivas en los mercados internacionales, y una excesiva dependencia de un sector primario aún poco mecanizado y sujeto a la variabilidad de las condiciones climáticasY. A esto hay que sumar la condición de pobreza en la que se encuentra una parte considerable de la población y una tasa de crecimiento insuficiente para absorber el desempleo. A pesar de la relativa estabilidad política interna, le tensiones políticas en la región de Oriente Medio representan un freno a los flujos desde el exterior, especialmente IED y turismo. Marruecos es, junto con Israel, el único país del Sur del Mediterráneo cuya deuda soberana en moneda extranjera está considerada como grado de inversión por S&P y Fitch (BBB-) y justo por debajo del grado de inversión por Moody's (Ba1). Esta evaluación se sustenta en el adecuado nivel de reservas de divisas en relación con las necesidades externas y en los esfuerzos realizados recientemente por el Gobierno, bajo el impulso del FMI, en el camino de la consolidación fiscal y las reformas, sobre todo la reducción de subsidios. Se espera que la caída en los precios del petróleo, además de mejorar la posición externa del país, ayude a reducir el impacto en la economía de la eliminación de los subsidios a los hidrocarburos.

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