Ten cuidado cuando desees algo: podría hacerse realidad. El chiste antiguo puede referirse hoy a la devaluación del yen. Desde que comenzó la gran crisis, el yen ha sido la moneda que más se ha apreciado, en sentido real (alrededor del 20% desde 2007 hasta hoy). Y los productores japoneses, que ya no reciben mucho consuelo de la débil demanda nacional e internacional, se han quejado de que el yen está demasiado fuerte: había llegado a niveles de 78 frente al dólar en noviembre. Ahora en 87-88 (ya que el nuevo gobierno exige una mayor creación de dinero), pero muchos, incluido el jefe de Nissan, Carlos Ghosn, sueñan con 100, un buen número redondo.
Sin embargo, también existe otra preocupación: que la caída del yen sea demasiado rápida y demasiado fuerte. Japón tiene la deuda pública más alta como porcentaje del PIB en el mundo y una vez que los mercados se centren en esta cifra, en el contexto de un yen ya hundido, podrían acelerar la caída, con consecuencias devastadoras para la emisión de nueva deuda y el costo de las importaciones ( Japón importa casi toda la energía que necesita, especialmente ahora que la mayoría de sus reactores nucleares están inactivos).
http://online.wsj.com/article/SB30001424127887323482504578227474058342656.html?mod=djemITPA_t