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Lissone – 1973 [RE]PROPUESTAS CRÍTICAS

Lissone como sinónimo de "mobiliario" (como lo demuestran las exposiciones que la Settimane Lissonesi dedicó a Casas Amuebladas en 1959, a Muebles Nuevos para las Casas de Hoy en 1965 y a Casas en los años setenta en 1970).

Lissone – 1973 [RE]PROPUESTAS CRÍTICAS

Durante más de cincuenta años, Lissone ha sido aclamado por su Premio Internacional de Pintura, pero por más reciente que sea la historia del Premio de Diseño Lissone, en realidad sus raíces deben rastrearse en el tiempo: de hecho, se remonta a 1936 primera edición del Settimane Lissonesi cuya programación se retomará tras la Segunda Guerra Mundial junto a las Jornadas Nacionales de Arquitectos, Interioristas y Técnicos en Mobiliario que tuvieron gran eco entre los años cincuenta y setenta.
Estas dos iniciativas difundieron internacionalmente el nombre de la ciudad de Brianza y, a partir de entonces, Lissone se convirtió en sinónimo de "muebles" (como atestiguan las exposiciones que Settimane Lissonesi dedicó a la casa amueblada en 1959, a los Nuevos muebles para la casa hoy en 1965 y la Casa de los Setenta en 1970).

Si en 2015 el MAC rindió homenaje al trigésimo aniversario de Le Affinità Elettive, ahora es el momento de redescubrir y celebrar otra importante iniciativa que en 1973 había combinado la inventiva de los arquitectos con la experiencia de los artesanos lissoneses. Fruto de las luchas del movimiento obrero y de la concienciación de la comunidad, Alberto Salvati y Ambrogio Tresoldi montaron la exposición Propuestas críticas para 6 alojamientos de la IACP en el Centro del Mobile de Lissone. Impulsando nuevas estrategias de intervención dentro de la vivienda residencial, Salvati y Tresoldi pusieron en marcha células habitacionales que debían satisfacer una necesidad real, incidiendo igualmente en la transformación y evolución del hábitat doméstico. Con respecto a los ambientes preestablecidos de la edificación pública y los esquemas fijos del mobiliario convencional, una decena de arquitectos crearon prototipos que reflejaban un diseño orgánico de los espacios habitables.

Complaciendo los procesos industriales en detrimento de los artesanales, Frederik Fogh y Luigi Caramella habían ideado muebles modulares liberados de la "ansiedad por la novedad formal" que caracterizaba la producción de la época. Jonathan De Pas, Donato D'Urbino y Paolo Lomazzi también se habían preguntado por el problema de la funcionalidad y la reducción de costos, quienes concibieron muebles que pudieran consumirse y fijarse (como cualquier objeto de uso común). Si Roberto Barbieri y Lella Montecroci habían intentado resolver de manera ergonómica la difícil relación entre el espacio y el mobiliario, Giot-to Stoppino se había comprometido a derribar el prejuicio burgués que consideraba la casa “como un símbolo de estatus”. Mucho más subversivas fueron en cambio las propuestas concebidas por Nanda Vigo y Ugo La Pietra. Vigo, en efecto, había estudiado el problema del individuo singular y del núcleo familiar tanto desde un punto de vista social como estético, anticipando una inmersión en el color y el contexto. Por el contrario, Ugo La Pietra había desafiado las soluciones preestablecidas proponiendo "estructuras básicas" que dejaban al individuo la libertad de actuar con total autonomía (su proyecto fue galardonado con el Premio de la Ciudad de Lissone y el Compasso de Oro).

Esas "propuestas" ahora se vuelven a presentar en forma de proyectos junto con otros materiales de archivo, porque es a raíz de esta importante historia que debe pensarse en la sexta edición del Premio de Diseño Lissone, que en diciembre celebrará su primera diez años de vida.

Lissone (MB), Museo de Arte Contemporáneo – MAC Nivel 1
22 de abril - 14 de mayo de 2017

Revisión