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CARTA ABIERTA - Honorable Alfano, corrija la maniobra, pero para hacer algún desarrollo

CARTA ABIERTA AL SECRETARIO DEL PDL. Sería un error imperdonable captar más recursos y repartirlos a las corporaciones locales oa tal o cual categoría en vez de al desarrollo con una adecuada reducción de los impuestos al trabajo, con equilibrios iguales.

CARTA ABIERTA - Honorable Alfano, corrija la maniobra, pero para hacer algún desarrollo

Estimado Honorable Alfano, como nuevo secretario del PDL se encuentra usted manejando una verdadera emergencia provocada por la ola de desconfianza de los inversionistas hacia las políticas económicas de casi todos los gobiernos occidentales. Los italianos, con una deuda pública colosal sobre nuestros hombros, hemos sido catapultados a la vanguardia y debemos sufrir el impacto de los inversores que huyen de nuestros bonos públicos. Por ello era necesario emprender una maniobra de emergencia para equilibrar nuestro presupuesto en 2013 y sobre todo, al menos de acuerdo con las peticiones del BCE, hacer algunas reformas estructurales que nos permitieran elevar nuestra tasa de crecimiento potencial. En efecto, un país que no crece no genera la confianza necesaria en los mercados en cuanto a su capacidad de pago de sus deudas.

Sin embargo, el debate de los últimos días ha puesto de relieve el egoísmo de los partidos, sus miedos, y en muchos casos también su desconocimiento de los temas fundamentales de la economía y la política. La Liga defiende a los jubilados, o mejor dicho, a los que aspiran a jubilarse en los próximos años para luego poder tomar tranquilamente un segundo trabajo, obviamente de manera ilegal, además quiere preservar la odiada burocracia de las provincias, municipios, con conexiones la política de castas, sin entender que el Norte no quiere un alcalde extra ni un ministerio en Monza, sino que le gustaría tener la posibilidad de recuperar un mayor ritmo de desarrollo. Es decir, los del Norte saben hacerlo solos, pero quieren impuestos más bajos, menos burocracia, mejores condiciones generales que les permitan trabajar con tranquilidad.

En cambio, la maniobra inventa una absurda contribución solidaria tan alta que parece una expropiación para ingresos medios-altos y en cambio no contiene nada para estimular el crecimiento. Ahora escuchamos que la subida del IVA podría servir para rebajar el impuesto de solidaridad y sobre todo para suavizar los recortes a municipios y regiones. Pero esto sería un error más. El aumento del IVA es posible y adecuado siempre que lo recaudado se utilice para reducir los impuestos sobre el trabajo y las empresas. De esta forma, se ha calculado que podría dar un buen impulso al crecimiento sin generar presiones inflacionarias. Del mismo modo, los recortes de pensiones no deben utilizarse para recaudar dinero, sino para dar a los jóvenes la oportunidad de empezar a trabajar, de nuevo mediante una reducción de los impuestos sobre sus ingresos.

Un nuevo grave peligro se avecina. Es decir, que se modifique la maniobra en el Parlamento no para darle la racionalidad que le falta, y que es indispensable si queremos perseguir el objetivo de consolidación presupuestaria y el de crecimiento al mismo tiempo, sino para satisfacer a unos especialmente enfadados o grupo enojado de ciudadanos que logra gritar más fuerte que otros. Si entonces queremos aligerar el recargo del Irpef, entonces tenemos que pensar en un impuesto predial ordinario, es decir, con una tasa relativamente baja, sobre los bienes inmuebles: en definitiva, una especie de ICI, tal vez concebida y presentada de otra manera. .

Pero el principal problema es político. Necesitamos encontrar el coraje para salir de los confines de las reuniones dentro de los Palacios y explicarle a la gente que algunos sacrificios son indispensables, que se distribuyen equitativamente en el sentido de que todas las categorías (incluso los políticos) están llamados a hacerlos, y que, sin embargo, hay medidas importantes capaces de relanzar el desarrollo que, por lo tanto, darán a todas las personas capaces y dispuestas la posibilidad de construirse un futuro. No más bromas de cuartel. La gente está harta. Muchos incluso podrían estar dispuestos a hacer una contribución para salir del túnel, pero necesitamos una guía segura y no solo un mediador al viejo estilo democristiano, que sin embargo al final no nos salvó de la bancarrota y de la crisis irreversible. de la Primera República.

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