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Las infraestructuras del futuro – Reflexiones para los gobiernos venideros

Las contribuciones de la conferencia "Las infraestructuras del futuro", celebrada en marzo en Bocconi, han sido publicadas en la revista "Management delle Infrastrutture e delle Utilities". Surge la necesidad de desarrollar una nueva visión de "cómo" identificar, diseñar y ejecutar obras, adoptando un enfoque integrado y la herramienta de bonos de proyecto.

Las infraestructuras del futuro – Reflexiones para los gobiernos venideros

Italia vive la paradoja de tener una dotación de infraestructuras que no se adecua a los estándares de los principales países europeos (el Banco de Italia estima la brecha en torno al 15% respecto a Alemania y Reino Unido), a pesar de haber dedicado una parte del PIB a infraestructuras inversiones sustancialmente en línea con el resto de Europa.
La necesidad de cerrar esta brecha plantea una cuestión no solo de selección de las intervenciones y cómo financiarlas, sino que, más arriba, requiere la definición del modelo de desarrollo a adoptar.

El tema fue objeto de debate el pasado mes de marzo en la jornada “Infraestructuras del futuro. Reflexiones para los gobiernos venideros”, realizado en la Universidad Bocconi, cuyas contribuciones fueron reseñadas por la revista “Management delle Infrastrutture e delle Utilities” en el número de abril-junio de 2013.

Los participantes, la Región de Lombardía junto con los principales operadores del mundo económico-financiero, coinciden en la necesidad de adoptar un enfoque integrado, que considere las infraestructuras como "canales de servicio" capaces de explotar, gracias a las modernas tecnologías, las sinergias y complementariedades entre diferentes servicios (telecomunicaciones, transporte, energía, etc.). Esto permite mitigar el consumo de suelo y distribuir los costos y beneficios de las obras entre diferentes categorías más amplias de usuarios.
Por tanto, la planificación de las infraestructuras en las próximas décadas requiere el desarrollo de una lógica integrada, que vaya más allá de las perspectivas sectoriales y que se base en una fuerte atención a las necesidades globales del territorio.

En un contexto de escasez de recursos es necesario también centrarse en las infraestructuras disponibles, modernizando y potenciando sus perfiles, posiblemente racionalizando también su oferta.
Especialmente importante es la actualización tecnológica de las infraestructuras existentes, aumentando la "inteligencia incorporada" en las mismas y en su gestión. Ejemplos concretos son los proyectos Smart Grids, es decir, herramientas que permiten informatizar el sistema eléctrico, o los ITS (Intelligent Transport System), sistemas que aplican las tecnologías de la información y las comunicaciones a la gestión del tráfico y la movilidad de personas y mercancías.
Esto permitiría acercarse al concepto de “Smart City”, una ciudad donde la instalación de redes inteligentes permite combinar la protección del medio ambiente, la eficiencia energética y la sostenibilidad económica.

Para optimizar el uso de los recursos y mejorar la bancabilidad de los proyectos, parece inevitable reducir los costos de construcción y gestión (nos referimos al concepto de Costo Total de Propiedad, que suma la carga de diseño/construcción del entorno ambiental incluido). compensaciones para las poblaciones afectadas, con todos los costos de funcionamiento anuales considerados durante la vida útil esperada completa). Bajo pena de imposibilidad de iniciar las obras.
La contención del gasto en infraestructura impone mecanismos y reglas que impulsan soluciones de diseño "frugales", en primer lugar no sobredimensionadas en relación con las necesidades objetivas, pero también con estándares de construcción consistentes con niveles de seguridad y calidad en línea con los europeos (evitando el sobrediseño).

Finalmente, en el tema de la obtención de recursos financieros, la Comisión Europea ha puesto en marcha dos iniciativas. Primero: el plan de 50 31,7 millones de euros "Mecanismo de conexión de Europa", destinado a mejorar las redes europeas de transporte (9,1 9,2 millones de euros), energía (XNUMX XNUMX millones de euros) y digital (XNUMX XNUMX millones de euros).
Segundo: en el marco de Europa 2020, la iniciativa Project Bond con el objetivo de facilitar la financiación privada de proyectos.
Sin embargo, para que el plan tenga éxito, se ha visto que es necesario ampliar la gama de suscriptores potenciales de estos instrumentos, difundiéndolos también en los mercados internacionales. Por ejemplo, la reciente modificación del ISVAP a la normativa 36/2011 que permite a las compañías de seguros utilizar Project Bonds para cubrir hasta el 3% de las provisiones técnicas es positiva. Es igualmente importante proporcionar formas de asignación de ciertos tipos de riesgo (el llamado "envoltorio"), en particular el riesgo de construcción, para aumentar la calificación de aquellos proyectos que de otro modo no serían atractivos. En este sentido, el Decreto Interministerial de 8 de agosto de 2012 prevé la posible intervención de SACE (grupo asegurador-financiero), Cassa Depositi e Prestiti (CDP) y EIB (ya prevista a nivel de la UE).

Sin embargo, según la visión de CDP, en un contexto en el que el sistema bancario lucha por apoyar iniciativas más allá del mediano plazo, la realización de inversiones en infraestructura no puede prescindir de la participación de inversores a largo plazo como fondos de pensiones, compañías de seguros, fondos soberanos y los grandes bancos de desarrollo (el Banco Europeo de Inversiones, el KFW alemán, el CDC francés, la APG holandesa, la PKO polaca, el ICO español y el propio CDP).
Sin embargo, hasta la fecha, solo el 2% de los préstamos de estos inversionistas institucionales se utilizan para financiar proyectos de infraestructura.

En cuanto a los incentivos a la inversión, la exención fiscal de las inversiones permite reducir los cargos para el concesionario especialmente en la etapa inicial de construcción de la obra, en la que no es posible generar ingresos. En este sentido, los esfuerzos se han concentrado a partir del "Decreto de Desarrollo" n. 70/2011 y modificaciones posteriores. Sin embargo, estas posibilidades han encontrado una aplicación práctica limitada y han encontrado resistencia por parte de las estructuras ministeriales.

La jornada cerró discutiendo el tema del desarrollo de una política industrial de los sectores de interés, que necesariamente debe ir acompañada de una concentración de empresas para crear jugadores de tamaño adecuado. Sin embargo, la oportunidad de crear estos "campeones nacionales" ha resultado controvertida y la cuestión sigue abierta.

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