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Los bancos no se evalúan solo por ratios

Los indicadores técnicos como el Texas Ratio, basado en la proporción de préstamos improductivos sobre activos, pueden ser engañosos al diagnosticar el verdadero estado de salud de un banco, al igual que el enfoque EBA derivado de Basilea 3 corre el riesgo de bloquear las actividades de los bancos más grandes. bancos relacionados con la economía real. Es necesario mirar los fundamentos y salvaguardar la especificidad italiana de un banco local.

Los bancos no se evalúan solo por ratios

En estos días, el Bancos italianos, pero también las europeas, atraviesan sin duda momentos que no son fáciles, con continuas caídas de las cotizaciones, sujetas a una variabilidad y fluctuación tan acentuadas como para verse afectadas en mayor medida por cualquier noticia que se publique, por más o menos rigurosos, con efectos desestabilizadores y negativos para los ahorradores. Una fase de turbulencia e incertidumbre que ciertamente no ayuda a la recuperación de la economía y hace aún más confusas las perspectivas de lo que podría ser la actividad productiva en los próximos meses, al menos hasta final de año.

En este escenario, si bien por un lado el sistema bancario nacional aparece como uno de los más vulnerables dentro del panorama europeo, parece nuevamente oportuno subrayar algunos aspectos y especificidades y evitar lo que podría ser un conocimiento sólo parcial y superficial.

En primer lugar, la primera pregunta que tal vez debería plantearse es cuál debería ser el papel del banco, o si ha de ejercer lo que es la función clásica de intermediación y por tanto captar ahorros para financiar el desarrollo de la economía real o si estos recursos, por el contrario, han de emplearse en actividades de carácter puramente financiero y especulativo y desarraigadas de los territorios y comunidades que los crean. El sistema bancario italiano, con la 62% de los trabajos del total de activos, parece ser el más comprometido con la economía real si lo comparamos con realidades europeas similares, como Francia y Alemania, desmarcándose entonces en gran medida de otros modelos como el de Bélgica donde el crédito a la clientela representa menos de la mitad del total del activo.

Esto afecta claramente al negocio del banco y a su rentabilidad, especialmente en circunstancias excepcionales como las actuales de recesión prolongada y estancamiento económico, por lo que indicadores técnicos como el "Proporción de Texas”, basado en la proporción de préstamos improductivos a capital, puede ser engañoso o, en cualquier caso, limitado en el diagnóstico del verdadero estado de salud de un banco. Baste decir que precisamente sobre la base del indicador "Texas Ratio", el mayor banco alemán parecería ser una de las instituciones más sólidas y seguras de Europa, cuando ahora es noticia estos días y es evidente que, por el contrario, a estas alturas representa un elemento peligroso de potencial inestabilidad global.

En este sentido, como puede ocurrir a veces en la relación médico-paciente, los indicadores técnicos aparecen, en términos de diagnóstico, parciales, si no contextualizados y considerados junto con otros indicadores o análisis. Pero eso no es suficiente. Además de este riesgo, actualmente existe otro riesgo que está ligado a la terapia, para quedarnos en el ejemplo médico-paciente, y es el de los indicadores regulatorios, es decir, el enfoque regulatorio de la EBA derivado de la nueva disciplina prudencial de Basilea 3 y del exceso de los bancos de los requisitos mínimos de capital prudencial. Su valoración, en ocasiones en escenarios de estrés y en una fase ya difícil del ciclo económico, tiende a bloquear el desarrollo de la actividad de los bancos más vinculados a la economía, sentando las bases de un comportamiento anticíclico.

Una carrera de obstáculos que sin embargo el Bancos Populares superan, según se desprende de los datos actualizados a finales de 2015, con ratios de capital muy por encima de lo exigido (8,5%), con un CET1 igual al 16,6% y una ratio de capital total del 17,3%. Valores que no tienen nada que envidiar tampoco a los medios europeos de bancos comerciales (12,4%) y bancos cooperativos y cooperativas (13,6%) y que son solo ligeramente inferiores a los mostrados por los bancos públicos (17,9%) que fueron capaces de aprovechar las cuantiosas ayudas estatales de 2011 para recapitalizar y restaurar sus balances contaminados por derivados.

Sin embargo, los prejuicios son difíciles de eliminar, como lo demuestran los informes y calificaciones que se envían a los mercados que ahora viven solo de tormentas magnéticas y fibrilación para alimentar espirales especulativas.

Por lo tanto, es necesario acordar salvaguardar, en los foros apropiados, el sistema bancario italiano en su conjunto y las especificidades que todavía están presentes en él y que han permitido que la economía del país crezca. En los meses anteriores esta necesidad no parecía estar en el centro del debate, de hecho algunas medidas tendían a ir en la dirección contraria, pero hoy, quizás, la emergencia en curso que parece rebotar de los mercados a los medios todos los días podría dar esperanza a un cambio real que ponga a los bancos locales en condiciones de continuar su acción de apoyo a las comunidades y economías locales. Pero los vientos frescos planteados recientemente por el presidente del Eurogrupo, esperando cumplir, a toda costa, con las reglas más estrictas introducidas a finales de 2015 (Bail-In) alimenta otra espiral especulativa. Como querías demostrar.

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