Las empresas italianas vuelven a Italia. Después de años en los que la fabricación emigró al extranjero, provocando un fenómeno masivo de deslocalización que se tradujo no sólo en la pérdida de numerosos puestos de trabajo, sino también en el empeoramiento de los estándares de calidad de los productos Made in Italy, la tendencia parece haber comenzado finalmente a revertirse. Por supuesto, gracias al regreso a casa de numerosas empresas.
Entre finales de los 90 y principios de los 2000, existía la creencia generalizada de que solo había dos formas de competir a nivel mundial: reducir los costos laborales y reducir considerablemente los costos de energía. De 2008 a 2012, en plena crisis, estos dos factores ya no representaban una estrategia industrial, sino una necesidad real. Solo había una forma de hacerlo: trasladar la sede de la propia empresa más allá de las fronteras nacionales, a países donde se gasta menos dinero, tanto en salarios de trabajadores como en producción en el sentido más general del término. En los cuatro años de recesión, el 80% de las empresas italianas optaron por trasladarse, desplazándose sobre todo a países de Europa del Este como Bulgaria, Polonia, Rumanía y Hungría.
2016 parece ser el año del cambio. Aunque los problemas de cuña fiscal y coste de la energía no se han eliminado de forma estructural, muchas empresas han decidido cambiar de planes, centrándose precisamente en esa calidad que sólo la localización en el territorio nacional puede garantizar. La competitividad se mantiene insistiendo en una marca que siempre ha sido sinónimo de excelencia: Made in Italy.
Como señala Il Sole 24 Ore, los últimos ejemplos de "regreso a la patria" son Natuzzi, Ciak Roncato, Fiamm, Danfoss, Argo Tractors y Camincie.
El Cer, Centro Europa Ricerche, ha publicado un informe, elaborado en colaboración con Unindustria, sobre la relocalización de la fabricación italiana.
Según datos actualizados a junio de 2015, había 101 empresas que habían trasladado la producción a Italia, regresando desde China (34,6%) y Europa del Este (26,7%).
Regresan a Italia sobre todo las empresas activas en el sector de la confección textil-moda, el sector líder del Made in Italy (43% de las devoluciones) seguido de las que se ocupan de equipos eléctricos y electrónicos (21%) y de las empresas mecánicas (8,9%). ).
Como se dijo anteriormente, a pesar de los primeros signos positivos que hay, todavía hay muchas empresas que experimentan dificultades para regresar a Italia, en primer lugar, el costo de la mano de obra y los obstáculos existentes para la activación de los procesos de retorno de la producción.
