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Austria lanza Klimaticket: transporte público ilimitado en todo el país

La revolución empieza en octubre: con 949 euros al año, un adulto puede viajar con un único billete en toda la red ferroviaria así como en tranvías, metro y autobuses de cercanías. De momento la capital Viena está fuera del acuerdo

Austria lanza Klimaticket: transporte público ilimitado en todo el país

Llevamos unos quince años hablando de ello, pero ahora la revolución del transporte en Austria por fin es una realidad: a partir del 1 de octubre comienza la preventa y a partir del 26 de octubre por fin será posible viajar por todo el país con el klimaticket, es decir, un billete único válido para todos los medios de transporte público, locales y nacionales, con un coste de 949 euros al año para adultos y 699 euros (-25%) para menores de 26 años, discapacitados y mayores de 65 años. Para familias con niños de 6 a 15 años, con 110 euros extra, el billete se puede ampliar y es válido hasta 4 niños, siempre ilimitado y siempre por un año. El precio es inicialmente promocional para poner a prueba las intenciones de los ciudadanos: posteriormente, se adquirirá un abono de adulto por 1.095 euros durante 12 meses, que pasará a ser de 821 euros para jóvenes, mayores y discapacitados. Se trata de una auténtica revolución, que como ya indica su nombre, “boleto climático”, tiene como objetivo la transición ecológica y la consecución de los objetivos de descarbonización establecidos por los Acuerdos de París, empezando por desincentivar el uso del coche privado.

No podía ser mejor que esto: con un único billete, aunque quizás no al alcance de todos pero en retrospectiva más barato que el coste anual de un coche, puedes viajar en toda la red de trenes, tranvías, subterráneos, así como obviamente en autobuses y trolebuses. “Cada kilómetro recorrido en transporte público ayuda al clima”, dijo con satisfacción la ministra austriaca para la Transición Ecológica, Leonore Gewessler. El Gobierno ha destinado este año a este proyecto 96 millones de euros, que pasarán a ser de 150 millones en 2022. El objetivo anunciado es llegar a 100.000 abonados, convenciéndolos de preferir el transporte público con esta fórmula verdaderamente integral, sin excepciones. ni perder el tiempo haciendo billetes diferentes cada vez, ni gastos inesperados. Greenpeace también aplaude la iniciativa: “Con alrededor de un tercio de las emisiones nacionales de CO₂, el transporte es el mayor problema para la protección del clima en Austria”, señala la asociación en un comunicado.

En verdad, sin embargo, por el momento no todo el territorio austriaco estará cubierto por la climaticket: sorprendentemente y en medio de mucha polémica, falta la capital Viena, a pesar de que ha sido un ejemplo europeo de urbanismo virtuoso durante décadas, entre ciclovías, zonas verdes y peatonalización de las calles del centro, en particular la famosa Kärntnerstraße. Además de la capital, el gobierno aún tiene que cerrar el acuerdo con las regiones de Baja Austria y Burgenland, pero las negociaciones parecen estar muy avanzadas. “Sin embargo, hasta la fecha, explica el ministerio en su sitio web, el klimaticcket cubre 90% del transporte público fuera de Viena“. La fórmula, además, es más que ventajosa y no debería tener dificultad para convencer a muchos ciudadanos.

Por poner un par de ejemplos, hoy en día un viajero de 40 años que toma todos los días el tren de Bruck a Graz para ir al trabajo gasta más de 1.600 euros al año, que con la nueva solución pasarán a ser 949 o 1.095. Una anciana de Linz que sale regularmente de excursión por Austria con sus amigos, hoy tiene que suscribirse a la ÖBB-Österreichcard de 2ª clase y al pase anual de Linz, por un total de 1.648 euros: con el klimaticket ahorra casi 1.000 euros. “El transporte público nunca ha sido tan fácil y tan barato”, afirma el ministro de Medio Ambiente. Pero con una pandemia aún en marcha, ¿cuántos realmente renunciarán a su automóvil cómodo y muy personal?

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