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La despedida de Bentivogli podría fortalecer a Landini, pero Bonomi está ahí

La salida de escena de un protagonista sindical como Bentivogli –todavía ayer amenazado de muerte por el terrorismo y al que va toda nuestra solidaridad– podría ser una oportunidad para la CGIL pero la nueva Confindustria de Bonomi está en camino –desplazada por completo a la Cisl

La despedida de Bentivogli podría fortalecer a Landini, pero Bonomi está ahí

La partida de un protagonista del movimiento sindical actual como es Marco Bentivogli aunque no será sin dolor de momento solo un generalizado, ensordecedor e increíble silencio de alivio parece surgir de la CISL. Más allá del mal carácter del que se acusa a Bentivogli, este episodio producirá algún efecto porque afectará la calidad de las relaciones unitarias. Lo que todos consideraban el heredero de Pierre Carniti cuestionó el componente sindical "conservador" sobre el contenidoaunque con éxito desigual, pero con una visión clara de los objetivos, en un proyecto unitario basado en las reglas y el pluralismo de las organizaciones, en la asunción de responsabilidades por parte de los grupos directivos y en la implicación directa de todos los trabajadores.

Con resignación de Bentivogli, la perspectiva de la unidad sindical competitiva está perdiendo un líder importante. Para Maurizio Landini podría ser una oportunidad irrepetible para consolidar su figura y su papel como accionista mayoritario del sindicato italiano. Su experiencia obrera y la de la confederación de sindicatos ciertamente no han alterado la cultura maximalista, de la que el sucesor de Bruno Trentin al frente de la Fiom, Claudio Sabattini, fue el portador indiscutible, del que Landini puede ser considerado, si no heredero. sin duda un alumno. Pero Landini también ha demostrado una buena capacidad de adaptación, ha recuperado terreno frente a graves derrotas como las del referéndum de 2010 en las plantas de Fiat, donde una alineación de los años cincuenta (el desaparecido Sergio Marchionne con Fim, Uilm y el sindicato independiente Fismic) puesto en minoría entre los trabajadores, Fiom, revolucionando las estructuras y contenidos contractuales en nombre de la defensa del trabajo. No es casualidad que la plataforma contractual que los metalúrgicos de Fim, Fiom y Uilm presentaron conjuntamente para la renovación del contrato sigue contenidos tradicionales y deja en la sombra algunos aspectos innovadores del contrato anterior, que también partía de plataformas separadas.

Sin embargo, el contexto, también por efecto de la pandemia, ha cambiado profundamente. Sobre todo Confindustria de Carlo Bonomi, que en muchos aspectos recuerda a Marchionne, ha adoptado una línea más clara y decidida sobre los arreglos contractuales. Si a las palabras siguen los hechos, ya no habrá un contrato para cada categoría de productos (metal y acero, químico y farmacéutico, textil, etc.) sino un contrato único para todo el sector manufacturero. Las implicaciones son muy claras y producirían, en un marco general (contratos mínimos y legislación común) una red cambio de la verdadera negociación a nivel de empresa o descentralizado donde la empresa es considerada por la mayoría de los trabajadores como un bien común en el que coexisten diferentes intereses y el conflicto por distribuir la riqueza producida se vive en términos fisiológicos pero no antagónicos.

En esta dirección, un fuerte incentivo como la desgravación fiscal total de la contratación descentralizada favorecería los acuerdos de empresa que promuevan la eficiencia, la productividad y la rentabilidad de las empresas. De lo contrario, la recuperación, si ocurre y cuando ocurra, solo ofrecerá a los trabajadores un papel subordinado y un futuro en el que prevalecerá la baja profesionalidad, los bajos salarios y, en última instancia, la marginación de la industria italiana y la pérdida de la cita con la cuarta revolución industrial. Bienestar descentralizado también permite garantizar protecciones socio-sanitarias y asistenciales que el Estado ya no puede brindar. Además, si el gremio tuviera voluntad política, hay espacio para construir modelos participativos capaces de captar el espíritu del artículo 46 de la Constitución.

La misma enorme dificultad que se registra desde hace un tiempo para encontrar los perfiles profesionales que demandan las empresas exige capacidades innovadoras y el abandono del modelo de formación tradicional más orientado a la asistencia a los formadores que al mercado. La administración de Políticas Laborales Activas ya no debe reducirse a un juego de incentivos ni confiarse exclusivamente a las agencias de empleo. En el sistema bilateral sindicato-empresa, es necesario reconstruir los sistemas de formación e inserción laboral para hacer más fluido y eficiente el mercado laboral: función que se ejerce de forma horizontal y que atribuiría un papel decisivo a los interlocutores sociales para el crecimiento del empleo.

Además, en los últimos años la cultura de la participación y la necesidad de un enfoque no tradicional del sindicato han encontrado un sólido apoyo intelectual en las elaboraciones, por citar algunas, de Pietro Ichino (valdría la pena leer su último libro, " La inteligencia del trabajo”) y en la intensa actividad de planificación de Maurizio Sacconi, así como en el trabajo de una pequeña pero significativa parte de los líderes sindicales a partir del propio Bentivogli.

Si como todo apunta, Confindustria a partir de ahora no será un tigre de papel, son predecibles difíciles negociaciones para renovaciones de contrato: se vio un aperitivo, antes de la elección de Bonomi, con la renovación de los especialistas en alimentación que en realidad provocó la ruptura vertical del frente empresarial y un éxito (¿pírrico?) del tradicional sindicato unitario. Si las organizaciones de trabajadores defienden hasta el final el modelo contractual vigente, las negociaciones pueden durar mucho tiempo y tener resultados inciertos y, en algunos aspectos, impredecibles. Esto será una prueba importante para el CGIL de Landini quien, si logra adaptarse a la nueva realidad, consolidará su liderazgo en el movimiento sindical italiano. Si mantiene esencialmente una línea defensiva limitándose al pedido de prórroga de los despidos ya la prohibición legal de los despidos, sin valorar el trabajo, la responsabilidad y el mérito como factores productivos, se arriesga al aislamiento ya una dura derrota. Marco Bentivogli ha eliminado elegantemente la perturbación, pero los problemas persisten.

°°°°°Marco Bentivogli fue objeto de nuevas amenazas de muerte el martes 23 de junio: en su domicilio romano fue encontrado un sobre con 3 cartuchos de pistola calibre 38 y dos cartuchos calibre 9 con un mensaje de amenazas en memoria de los 10 años del acuerdo Fiat en Pomigliano. El volante de los terroristas dice: “Celebraremos juntos el acuerdo de Pomigliano. En cualquier lugar de Roma o Ancona, la resignación no es suficiente”. Indecible. Todo el pésame para Marco.

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