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La victoria electoral de Biden es buena para Europa

La victoria de Biden en las elecciones presidenciales de EE. UU. también restaura la confianza en Europa y los trabajadores europeos y allana el camino para nuevas formas de colaboración en nombre del desarrollo democrático.

La victoria electoral de Biden es buena para Europa

Las largas noches viendo los distintos canales de televisión estadounidenses actualizándonos sobre el progreso del recuento de las elecciones presidenciales del 46º presidente estadounidense terminaron con una victoria del candidato demócrata Joe Biden y de la vicepresidenta electa Kamala Harris: este es un dato importante. para todo el mundo, pero especialmente para Europa y los trabajadores europeos, que saludan la exitosa elección de Joe Biden como un hecho muy positivo.

Es difícil subestimar la influencia de los Estados Unidos en el Viejo Continente, tanto en términos de costumbres como de tecnología. Los EEUU son la primera economía mundial, están en primer lugar como productores de petróleo, como gasto militar y como exportadores de armas, pero sobre todo juegan un papel primordial en el comercio con nuestro continente. Antes de que se introdujeran los desafortunados aranceles a los productos europeos, buscados por la administración Trump, Europa ostentaba un papel primordial como exportador neto, con una importante balanza comercial a nuestro favor que nos ubicaba en los primeros lugares y prácticamente convertía al Atlántico en el principal. salida comercial de nuestros bienes, así como sellar esa histórica alianza que tanto ha contribuido a más de 70 años de paz en nuestro continente. La alianza atlántica siempre ha sido un fuerte baluarte del progreso y la prosperidad en democracia. Así que todo lo que sucede al otro lado del Atlántico nos afecta de cerca, con consecuencias que se reflejan a escala global.

Todo esto en los últimos años, debido a una política bastante miope de la administración Trump, corría el riesgo de ser cuestionado y el aislacionismo implementado por la administración Trump ha favorecido la propagación de comportamientos populistas y soberanistas que corría el riesgo de traer de vuelta el estado solidario que ha impregnado la democracia occidental durante cientos de años.

En esta fase tan complicada con los tiempos dictados por la expansión de la pandemia del Covid 19, Europa ha conseguido dar un salto adelante representado por las medidas puestas en marcha con el Sure, el Mes, el Next Generation Eu y la nueva administración estadounidense puede acompañar esto. la visión de solidaridad que impera en Europa con un renovado espíritu de alianza atlántica que pueda afrontar los titánicos retos del mañana empezando por el cambio climático con un espíritu que parecía no existir si volviéramos la vista atrás tan solo un año.

Devolver la esperanza a las jóvenes generaciones, la esperanza de desarrollo y empleo y de un futuro menos incierto y menos marcado por la precariedad, donde no prevalezca el más fuerte, sino que se unan las fuerzas para un mañana mejor. La nueva Europa y la nueva América puede y debe hacer este esfuerzo, superando la lógica de los derechos aduaneros y la reconstrucción de muros demolido como el de Berlín en 1989. Un mañana hecho de puentes y no de muros, donde la apertura sea la base para nuevas oportunidades, especialmente para aquellos que han sido excluidos, empezando por los jóvenes, por las mujeres que no tienen igualdad de género, por los viejos demasiado a menudo dejados solos.

Por eso Cesi, un sindicato independiente, pero no desvinculado de la política, saluda la elección de Biden y Harris al frente de la mayor democracia del mundo.

Internacionalmente, Biden podría enmendar los lazos con China y hacer que Estados Unidos vuelva al acuerdo climático de París, pero bien sabemos que el concepto de "America First" no nació con Trump, sino que ya rondaba en la sociedad estadounidense desde hacía tiempo. Así como somos conscientes de que con el fin de la guerra fría, que garantizaba el apoyo de los EE.UU. a los países democráticos de Europa, hoy ya no se dará por descontado como hasta los años 90 del siglo pasado. Europa tendrá que ser capaz de conquistar un papel central en el escenario mundial, fortaleciendo el eje Atlántico construyendo nuevos modelos de colaboración y conveniencia, dando al área de libre comercio esas oportunidades de conveniencia mutua que también satisfacen las expectativas de millones de estadounidenses. como ciudadanos europeos.

Pero el nuevo espíritu lanzado por los gobiernos europeos con la Next Generation EU podría ser capaz de afrontar el reto de una nueva alianza atlántica basada ya no en la ayuda del gigante americano, sino sobre la base de una nueva reciprocidad y conveniencia para ambos lados del Océano Atlántico.

Sin duda es un reto complicado, pero la elección de Biden y Harris nos permite poder jugárnosla en busca de una nueva frontera que rediseñe un mundo mejor que el que nos hubiera asignado el futuro de haberse ido el reto electoral estadounidense. diferentemente.

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