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La escultura en el coleccionismo: ¿monumentalidad o pensamiento vanguardista?

La escultura "Grande femme II", fue vendida en una subasta de arte de vanguardia europea en Christie's de París por 25 millones de euros.

La escultura en el coleccionismo: ¿monumentalidad o pensamiento vanguardista?

La escultura, como bien sabemos, entra en el coleccionismo en segundo lugar después de la pintura y esto por varios motivos: el primero, las dimensiones que en ocasiones pueden requerir un gran espacio, y mejor si se camina alrededor de él; el segundo, una sensibilidad diferente a la tridimensionalidad que caracteriza a la escultura que la sitúa más al servicio del público.

En siglos pasados, los escultores utilizaban únicamente materiales que se prestaban a ser modelados, como la arcilla. O materiales más duros como la piedra o el mármol que, sin embargo, bajo las hábiles manos de un cantero podrían transformarse en formas armoniosas. Mientras que en la actualidad, los escultores modernos se han expandido en el uso de materiales, como el acero o las resinas, hasta llegar a sustancias biológicas perecederas en el tiempo.

En la antigüedad, el término "artifex" se refería tanto al artista como al escultor, mientras que el término "operarius" se dirigía al trabajador. Pero a menudo, se acuñaron en una sola figura capaz de modelar y dar forma a la materia. Así también el cantero castellano y los escultores franceses pertenecían a la misma clase, eran igualmente dignos de representación.

En pleno Renacimiento, Donatello se le llamó "scarilador" o albañil, mientras que Leonardo, en su Comparación entre las artes, colocó sin dudar "la pintura por encima de la escultura". Y mientras da Vinci meditaba sobre los principios que regían la actividad escultórica, Miguel Ángel, veintitrés años más joven, creaba sus más bellas obras escultóricas. recordemos entonces Cellini, Vasari, Pigalle, Bouchardon, O el Bernini. Más tarde, Falconete e Canova, para llegar al siglo XIX con Rodin e Hildebrand. En el siglo siguiente, el XX, las formas están influenciadas por el período histórico. Las obras deben recorrer el tiempo, el espacio y deben desprenderse de cualquier excrecencia hasta volverse conscientes y puras en una forma compleja y completa como la de Moore, Arpa, Boccioni. El espacio se convierte así en uno de los atributos fundamentales de la escultura en este último siglo.

Hoy, la escultura es proyectar y dibujar en el espacio con la ayuda de nuevos métodos, utilizando ese espacio y construyendo con él, como si fuera un material de nueva generación. De ahí las nuevas formas a veces performativas como las de Anish Kapoor o contextualizando la simbología que ha entrado en nuestro nuevo mundo, ves Jeff Koons, con sus grandes corazones de metal soldado y coloreado que parecen globos inflados y suspendidos en el aire.

La pasión por, en cambio, es diferente Giacometti (10 de octubre de 1901 - 11 de enero de 1966) en la que participaron coleccionistas de todo el mundo. Sus obras se encuentran entre sus favoritas hoy en día, nunca monumentales en tamaño pero inmensas en significado.

Giacometti, también se inspiró en Auguste Rodin y un ejemplo de ello es la obra "Hombre caminando": escultura concebida como el prototipo del hombre que a través de la tormenta del hombre que ha conocido el infierno trayendo de vuelta sólo piel y huesos, como un reducido espectro donde hay un desequilibrio exasperante.

El filósofo Sartre define al escultor como el artista esencial por excelencia y lo considera autor de una revolución copernicana en el campo del arte, situando a Giacometti en el centro de un nuevo contexto filosófico.

Hoy, sus esbeltas figuras se encuentran en los museos más grandes y son cada vez más buscadas por coleccionistas y amantes de las obras "formadas por la materia".

La escultura “Grande femme II”, fue vendida en una subasta europea de arte de vanguardia por Christie's en París por 25 millones de euros. El comprador es un coleccionista privado que ha pedido anonimato. La casa de subastas, en un comunicado de prensa, explica que la escultura de Giacometti ha ganado el récord de obra de arte vendida en Francia en una subasta.

 

 

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