comparte

La Juve venció al Milan y volvió a lo más alto pero estalló el caso CR7

La magia de Dybala permite a la Juve ganar 1-0 al Milan y volver a superar al Inter en lo más alto de la tabla - Pero Sarri sustituye a CR7 y el Balón de Oro se enfada y se va del estadio - La Roma se resbala en Parma y es superada en la clasificación por Lacio y Cagliari

La Juve venció al Milan y volvió a lo más alto pero estalló el caso CR7

Al final gana la Juve, pero estalla el caso Ronaldo. El 1-0 sobre el Milan, firmado por un golazo de Dybala, de hecho corre el riesgo de quedar en un segundo plano ante el enfado del portugués, sustituido por Sarri en el 55' precisamente en virtud de Joya, que luego se convirtió en el hombre del partido. CR7 salió arremetiendo contra el técnico, luego se dirigió al vestuario sin detenerse en el banquillo con sus compañeros, finalmente, después de darse una ducha, subió al auto incluso antes de que terminara el partido. Una actitud inaceptable, pero Ronaldo, como sabemos, tiene sus propias reglas: por lo tanto, la Juve tiene la tarea de manejar la situación antes de que se convierta en un problema.

“Le agradezco porque jugó a pesar de no estar en unas condiciones excepcionales, trató de amortiguar a Sarri. - Si se enfada es normal, hizo todo para estar ahí aunque no estuviera bien. Creo que se necesita tolerancia cuando reemplazas a alguien que quiere darlo todo, puede haber cinco minutos de enojo, creo que es normal, al entrenador también le gusta: me preocuparía lo contrario".

El intento de que todo vuelva a la normalidad es emblemático de un club de ejemplo de gestión, pero el caso permanece: si el jugador no estaba bien, ¿por qué reaccionó así? Y los "5 minutos de enfado", como los definió el técnico, fueron mucho más allá, dado el posterior abandono del estadio incluso antes de que acabara el partido. Evidentemente, el episodio no agradó a sus compañeros de equipo, además de a casi todos los mejores jugadores, también porque el partido contra un muy buen equipo del AC Milan fue todo menos fácil.

Los que esperaban una velada tranquila tuvieron que cambiar de opinión casi de inmediato, porque los rossoneri se lo jugaron todo de principio a fin, ofreciendo la que, neta del rival, fue la mejor actuación de la temporada. Sarri lo ganó desde el banquillo, justo cuando sacaba a un Ronaldo muy soso para dejar entrar a Dybala. Valiente gesto que, sin embargo, valió la pena con 3 puntos de oro, como se puede ver en una clasificación que ve a la Dama una vez más al mando, aunque seguida de cerca por el Inter.

El argentino finalizó una espléndida acción iniciada por Douglas, continuada por Bentancur y rematada por Higuaín, antes de que el 10 de la Juventus saltara sobre Romagnoli y batiera a Donnarumma con un remate imparable (77'). Una jugada digna de aplausos, justo lo que le faltaba al Milan, bueno defendiendo y construyendo el juego, pero no concretándolo. Ha habido ocasiones de hacer daño a la Juve pero ya sea por la habilidad de Szczesny (magnífico sobre Paquetà), o por la pólvora mojada de los varios Piatek, Suso y Calhanoglu, o simplemente por menor ritmo técnico, no se convirtió en gol.

“Hay mejoras, no hemos sido inferiores a la Juve pero cometemos demasiados errores – suspiró Pioli. – Hubo oportunidades pero nos faltó el jab ganador. Merecíamos más puntos, pero ahora no debemos darnos por vencidos sino seguir trabajando duro: a partir del miércoles la clasificación estará colgada en todas partes en Milanello, tenemos que mejorarla".

Sarri, al margen del caso de Ronaldo, puede en cambio estar satisfecho con el resultado, aunque el juego todavía está lejos de los estándares esperados. El parón servirá de respiro, tras el cual en la segunda parte, gracias a una Champions ya archivada, se espera una Juve diferente, capaz de "picar" los partidos y no sólo de gestionarlos.

“También lo discutimos al final del primer tiempo, no puedes dominar con la presión alta, los rivales te quitan la posesión, vamos peor pero no es una petición – confirmó el entrenador. – Contra el Milán estábamos dispuestos a sufrir con el ánimo adecuado, pero está claro que tenemos que mejorar en términos de calidad”.

Sin embargo, la Dama puede cerrar este miniciclo con un buen resultado, todo lo contrario que la Roma, que tras semanas de rechinar los dientes tuvo que rendirse al cansancio. Y así, tras la derrota en Moenchengladbach, llegó también la de Parma, hija sobre todo de una diferencia física que acabó influyendo en el resultado incluso más que el ritmo técnico. Los giallorossi, también desafortunados en los episodios (el poste de Kolarov, en el 0-0, podría haber cambiado la película), vuelven así a casa con un nocaut que les saca de la zona de Champions, a costa de una Lazio en gran forma y un Cagliari rapidísimo, capaz de enterrar a la Fiorentina con un tremendo 5-2.

El partido en el Tardini lo decidieron Sprocati (68') y Cornelius (93'), decididamente más con el balón que los delanteros de la Roma, que se mostraron aburridos y confusos. Un desliz justificable, Dios no lo quiera, pero igualmente molesto y que no debe subestimarse: las lesiones, de hecho, están exprimiendo mucho a un equipo que ya tiene la luz de combustible encendida.

“El equipo está cansado en este momento y se nota, no es una cuestión de actitud, pero en este momento no somos rápidos y reactivos – admitió Fonseca. – El Parma siempre ha sido peligroso al contraataque, crearon varias ocasiones porque asumimos riesgos: queríamos ganar y concedimos espacios. El parón de selecciones nos puede ayudar a recuperarnos, siempre hemos jugado con los mismos jugadores". Una parada que, como es habitual, servirá para diseccionar todo lo que está bien y, sobre todo, lo que está mal. Y evidentemente no hay grandes sin problemas.

Revisión