El adelantamiento ha servido. La primacía del Napoli duró apenas 4 días, obligado a abdicar nuevamente el trono a favor de la Juventus. De hecho, los azzurri no pasaron de un empate ante el Genoa mientras que los bianconeri enterraron al Cagliari bajo un póker de goles. Y así la Señora vuelve a su posición habitual, aquella en la que puede menospreciar a todos.
“Tengo grandes campeones a mi disposición, este equipo apenas se pierde más de un partido – comentó satisfecho Massimiliano Allegri. – Conseguimos dar intensidad inmediatamente y eso le hizo la vida difícil al Cagliari, pero lo importante era ganar y volver a lo más alto de la clasificación”. En resumen, misión cumplida. Por otro lado, era evidente que la Juve quería redimirse incluso en la víspera, sobre todo tras las críticas que llovieron en el entorno tras la derrota en Milán.
El “pobre” Cagliari de Rastelli pagó el precio, aniquilado en menos de un tiempo bajo la furia blanquinegro. Rugani se encargó de desbloquear el partido en el 14', luego Higuaín (33') y Dani Alves (39') cerraron la práctica sin demasiadas preocupaciones. El gol del 4-0 (83', gol en propia puerta de Ceppitelli) no hizo más que rematar un resultado que nunca estuvo en duda, en perfecta consonancia con las costumbres locales de la Juventus (y no sólo).
Una velada decididamente más difícil para el Napoli de Sarri, detenido en Marassi por un muy buen Génova y un arbitraje bastante cuestionable de Rizzoli. De hecho, el colegiado negó al menos un penalti a los azzurri (sin incluir la mano de Ocampos) y quedan grandes dudas sobre el segundo (agarre de Orban sobre Milik).
“Fue un buen partido pero los episodios nos penalizaron – tronó Sarri. – Lamento decir esto porque parezco un entrenador que se queja, el club debería intervenir porque han pasado cosas bastante elocuentes. Le pediré al presidente que haga algo, luego él decidirá las formas".
Más allá de Rizzoli, sin embargo, se mantiene el buen espectáculo ofrecido por los dos equipos sobre el campo, siempre dispuestos a enfrentarse de frente con ocasiones por ambos lados. Napoli tuvo unas cuantas más, sobre todo en la primera parte (el travesaño de Hamsik fue sensacional) pero acabó desperdiciando demasiado (error incluido de Insigne en la segunda parte), mientras que el Genoa salió de lejos y sólo lo detuvo una gran Reina, muy Bien por partida doble sobre el joven Simeone (hijo del Cholo).
El resultado final está desprovisto de goles pero no es espectacular: aunque esta vez es sobre todo la Juventus quien lo disfruta, una vez más dueña del campeonato.
