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La Fed se acerca a la reducción, pero la variante Delta la está frenando

El presidente de la Fed insinuó ayer que el banco central está a punto de cambiar la política monetaria y reducir las compras de valores, pero la incógnita de la variante Delta y la ralentización de China llevan a la prudencia

La Fed se acerca a la reducción, pero la variante Delta la está frenando

La política monetaria expansiva de la Fed está llegando a su fin y se acerca el momento del tapering (es decir, la reducción de las compras de activos). Esto lo entendió claramente el presidente de la Reserva Federal, el banco central estadounidense, Jerome Powell en la esperada conferencia de ayer que, sin embargo, puso sus manos sobre las incógnitas que tanto la ralentización de China como sobre todo la variante Delta están proyectando sobre la economía y los mercados financieros. “Estamos guardando –dijo Powell– las herramientas de emergencia activadas para contrarrestar el impacto de la pandemia. Pero la variante Delta, con efectos económicos cuyo alcance aún es difícil de evaluar, requerirá una cuidadosa observación de la evolución económica".

La ralentización parcial del gasto de los consumidores y las ventas minoristas estadounidenses pero sobre todo la ralentización de la economía china, sobre la que la variante Delta parece pesar mucho más que en Estados Unidos, llevan a la Fed a la máxima prudencia. Pero esto no quiere decir que Powell vaya a quedarse inmóvil y de hecho, aunque sea poco a poco, está acostumbrando a los mercados pero también a la opinión pública a pensar que la política monetaria será menos dulce y que las compras actuales de $ 80 mil millones al mes de bonos del Tesoro y $ 40 mil millones de valores relacionados con hipotecas se reducirán gradualmente a cero. Pero, ¿cuándo comenzará la reducción? Es el momento lo que interesa a los mercados, que han demostrado estar especialmente nerviosos en los últimos días. Entre los analistas prevalece el convencimiento de que la reducción de las compras de la Fed podría comenzar en tres meses, es decir, hacia finales de año, mientras que la subida de tipos de interés, que debería producirse en 2023, parece más lejana.

Sin embargo, está claro que para la política monetaria, por ahora solo la Fed pero en el futuro también para el BCE, la musica esta cambiando y que se abre un período de incertidumbre aunque las inversiones públicas y la confianza estén dando aliento al crecimiento económico, si la variante Delta lo permite.

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