las dos caras de crecimiento chino han destacado claramente en los últimos días: por un lado, las buenas noticias sobre la economía: PIB, ventas minoristas, índices PMI, beneficios empresariales, producción industrial, todos superaron las expectativas de los analistas. Por otro lado, las imágenes de las grandes ciudades, desde Pekín hasta Shanghái, oprimidas por el smog, que a su vez provocó un crecimiento descontrolado.
Durante algún tiempo se ha planteado la pregunta de cómo China podrá seguir reconciliando libertades economicas con los 'encarcelamientos' políticos, es decir, el partido único y los límites de las libertades civiles. Uno se pregunta cuál puede ser la chispa que cambie ese precario equilibrio. Quizá la contaminación desencadene la protesta, a juzgar por las denuncias de los 'netizens' ('internautas') que tienen a su alcance una poderosa herramienta -Internet- para la comunicación y el disenso. Tras muchas denuncias en la web, muchos municipios han anunciado medidas para controlar la contaminación y los 'blue cars' chinos están sufriendo un drástico recorte.
http://news.xinhuanet.com/english/china/2013-01/30/c_124301870.htm
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