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El BCE y el dilema de la caída de la inflación

En vísperas de la reunión del Banco Central Europeo, el Financial Times dedica un extenso artículo al principal problema al que se enfrenta la institución de Fráncfort: la caída de la inflación, que alcanzó el 0,7% en enero – El paso más probable es el freno a la esterilización – El otro es el recorte en la tasa de refinanciamiento

El BCE y el dilema de la caída de la inflación

La caída de la inflación es el dilema al que se enfrenta el Banco Central Europeo. Así titula el Financial Times, en la víspera de la reunión del consejo del BCE de mañana. Por primera vez, los euros de Fráncfort corren el riesgo de ser eclipsados ​​por los dólares de la Reserva Federal. Según cómo le ha ido al crecimiento en los últimos meses, el balance del BCE ahora puede representar una porción más pequeña de la producción económica que la Reserva Federal.

La inflación cayó hasta un 0,7% el mes pasado, menos de la mitad del objetivo de alrededor del 2%. Lo ocurrido en enero reavivó los temores de un golpe deflacionario y reforzó los pedidos de imprimir dinero y comprar activos: el identikit de la flexibilización cuantitativa.

En realidad, la eurozona ya sobrevivió a la deflación, cuando durante 5 meses, en la segunda mitad de 2009, los precios cayeron. Pero los economistas creen que tal evento durante un período prolongado podría traer grandes problemas. Aún así, el número uno del BCE Mario Draghi, a pesar de las reiteradas peticiones de flexibilización cuantitativa, ha repetido varias veces en las últimas semanas que la compra de bonos del Estado no está en la agenda, por el momento.

Los analistas están divididos sobre lo que hará el banco central mañana. El primer movimiento, el menos controvertido, podría ser dejar de absorber la liquidez creada por compras de bonos anteriores, realizadas como parte de las medidas anticrisis. Sin embargo, detener lo que se llama "esterilización" tendría un efecto limitado en el aumento de los precios.
Una operación más significativa pero menos probable - escribe el FT - sería recortar la tasa principal de refinanciación, actualmente en 0,25%, en 10 o 15 puntos básicos. Un movimiento que podría allanar el camino para acciones más agresivas.

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