Una reunión de hora y media en el Palazzo Chigi durante la que el primer ministro italiano Matteo Renzi y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, parecen haber enterrado el hacha tras semanas de "torpes malentendidos", como los definió el jefe de la ejecutivo de la comunidad.
En el centro de la conversación los temas más importantes del panorama político europeo: del crecimiento a la flexibilidad, pasando por la inmigración.
En el tema de la flexibilidad, Juncker y Renzi han encontrado un terreno común: el cumplimiento de las reglas establecidas por la propia Comisión de la UE en enero de 2015: "El gobierno está del lado de las reglas, cree en respetar las reglas y hace todo lo posible para estar a la vanguardia”, dijo Renzi en la rueda de prensa posterior a la reunión con Juncker. Y añadió: “Compartimos la línea de la Comisión de la UE sobre flexibilidad”. Las polémicas de las últimas semanas, según el primer ministro, forman parte de la dialéctica política "normal" entre dos fuerzas, sin ocultar sin embargo que "teníamos elementos de puntos de vista diferentes sobre los bancos y las ayudas estatales".
El presidente del Gobierno recordó las reformas llevadas a cabo en los últimos dos años, “muchos rieron. Sin embargo, dos años después, estas reformas estructurales son un hecho. ¿Por qué digo esto? Porque si la política tiene sentido, hay que reconocer que el problema ya no es Italia. Hace dos años lo era. Confirmando las palabras de la Premier llegó hoy un estudio de la OCDE en el que la organización otorga a Italia y España el maillot rosa en la Europa de las reformas.
Nuestro país ha demostrado toda su concreción, ya no representa un peligro para nadie y utilizará la flexibilidad otorgada, respetando las reglas. Renzi reiteró que “los que confían en las políticas de austeridad cometen un error. Estoy de acuerdo con lo que dijo Juncker: la austeridad es una estupidez”. Sin embargo, eso no significa, subrayó el Premier, quedarse de brazos cruzados con la deuda pública. “La deuda debe bajar no porque Juncker nos lo pida, sino porque un país que piensa en sus hijos debe reducir su deuda. La deuda sobre el PIB ha comenzado a caer desde 2016, las políticas presupuestarias serias son políticas serias, no políticas de austeridad".
Palabras compartidas por Jean-Claude Juncjer quien afirmó que “incluso en el ámbito financiero los puntos de vista del gobierno italiano y la comisión de la UE no son tan distantes. Por lo tanto, es posible lanzar un puente entre dos posiciones que no son antinómicas". El líder de la UE aseguró que la Comisión de la UE "aplicará sabiamente las reglas del Pacto de Estabilidad" y no impulsará una "austeridad estúpida y ciega" porque el ejecutivo no está formado por "tecnócratas fríos".
“Desde 2011, Italia ha mantenido una conducta ejemplar. – añadió Juncker – Si todo el mundo hubiera hecho como tú, hoy los problemas serían menores. Como si todo el mundo aplicara las decisiones de la Comisión, pero no me doy por vencido en este tema. Seguramente tendrá todo mi apoyo en el tema de la inmigración, pero también haré lo mismo en el tema financiero. También estoy pensando en el hecho de que Italia es el segundo beneficiario de los planes de inversión. Esperemos que ahora pueda extenderse más allá de su fecha límite".
En cuanto al delicado tema de la inmigración, Renzi reivindicó el papel de nuestro país, lanzando un puñetazo a los demás: “Hemos hecho nuestra parte en los puntos críticos, pero los otros países no han hecho la suya en las repatriaciones y reubicaciones. Espero que pueda haber un compromiso común», añadió Renzi, con la esperanza de que el presidente de la Comisión Europea finalmente pueda llegar a un acuerdo “con aquellos jefes de Estado y de Gobierno que han mostrado hasta ahora menos sensibilidad hacia estos temas” .porque "o siempre se es solidario o nunca se es solidario".
