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Ley de Empleo e Italicum: en enero Tribunal Constitucional maestro de la política

La política italiana y en particular las reformas del gobierno Renzi están más que nunca en manos del Tribunal Constitucional que el 11 de enero se pronunciará sobre la admisibilidad o no del referéndum sobre la Ley del Empleo promovido por la CGIL y el 24 sobre la Italicum - De los pronunciamientos della Consulta, que a menudo se ha mostrado hostil a los actos del gobierno de Renzi, dependerá de la fecha de las elecciones

Ley de Empleo e Italicum: en enero Tribunal Constitucional maestro de la política

La política italiana está más que nunca en manos del Tribunal Constitucional y enero promete ser un mes crucial que puede influir de manera decisiva en la fecha misma de las próximas elecciones políticas. La Consulta no solo se pronunciará el día 24 sobre la constitucionalidad del Italicum, condicionando la futura ley electoral (sobre todo en lo que se refiere al escrutinio), sino que el 11 de enero deberá decir si considera admisible o no el referéndum promovido por la CGIL en tres puntos clave de la Ley de Empleo.

En el fondo, todas las principales reformas del gobierno de Renzi, ya rechazadas en el referéndum sobre la reforma constitucional, están en jaque, sobre todo si se tiene en cuenta que la orientación actual de la Consulta, y en particular de su presidente Grossi, ha aparecido reiteradamente ser todo menos imparcial sino decididamente hostil hacia el anterior Gobierno, como ha quedado de manifiesto recientemente no sólo en el contenido sino también en el momento (en vísperas del referéndum del 4 de diciembre) de la sentencia sobre la reforma del Tribunal Constitucional.

No hace falta decir que ya hay una batalla en la Ley de Empleos. En caso de pronunciamiento de la Consulta declarando admisible el referéndum, el Gobierno tendría tres caminos por delante: aceptar la nueva impugnación del referéndum, cambiar la ley en los puntos sujetos a referéndum (sobre todo el artículo 18), aplazar el referéndum durante un año al decidir acudir inmediatamente a las elecciones generales.

Fue precisamente una declaración imprudente del ministro Poletti sobre los futuros movimientos del gobierno lo que de inmediato desató la polémica. “Si vas a votar antes del referéndum -dijo ayer Poletti- el problema no surge y ese es el escenario más probable, con un gobierno que hace la ley electoral y luego se va al campo”. Abre el cielo. "Sin engaños", protestó la secretaria general de la CGIL, Susanna Camusso, quien impulsó el referéndum. “Pero con la incertidumbre de la Ley de Empleo habrá menos contrataciones”, replicó el presidente de Confindustria, Boccia.

"No elecciones, sino reformar la Ley de Empleo", argumentó a su vez Roberto Speranza, de la minoría Pd.

En resumen, un buen acertijo, con el gobierno de Gentiloni entre dos fuegos entre la Ley de Empleo y la nueva ley electoral. Si no haces esto último, no puedes votar, pero si no votas, el riesgo de perder incluso el referéndum sobre la Ley del Empleo es muy alto, lo que dañará aún más la imagen internacional de Italia. Por eso, la hipótesis de un acercamiento entre el Partido Democrático de Renzi y Silvio Berlusconi, también a la luz de la OPA anti-Mediaset que empuja al líder de Forza Italia a buscar apoyo político anti-Vivendi, es todo menos descabellada.

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