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Bloomberg: maillot rosa de la sanidad italiana en Europa, pero cuidado con el envejecimiento

Según Bloomberg, el sistema nacional de salud italiano es el más eficiente de Europa, mientras que ocupamos el tercer lugar en la clasificación mundial - Gastamos menos que otros países europeos, pero dos factores amenazan el funcionamiento del sistema de salud italiano: el envejecimiento de la población y el aumento de las enfermedades crónicas.

En Italia a menudo escuchamos sobre el alto costo y la ineficiencia del sistema de salud internacional. Parece ser una opinión común que el gasto no es "reembolsado" por el servicio ofrecido. En realidad, mirando los datos, uno descubre algo diferente. Según el ranking publicado por Bloomberg La asistencia sanitaria italiana ocuparía el primer lugar en Europa y el tercero en el mundo en términos de eficiencia. Los hallazgos se basan en datos proporcionados por el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de la Salud.

Hablando de costos, sin embargo, el Instituto Nacional de Estadística afirma que "El gasto sanitario público italiano es mucho más bajo que el de otros países europeos importantes.Frente a los 2.481 dólares por habitante que gastó Italia en 2012, Irlanda gastó 2.628, España 2.190, Reino Unido 2.762 mientras que Francia y Alemania llegan respectivamente a 3.317 y 3.691 dólares. Es decir, según las encuestas, gastamos menos, pero ofrecemos más.

Sin embargo, el funcionamiento del sistema nacional de salud corre el riesgo de verse comprometido por varios factores: el envejecimiento de la población, los continuos recortes, el aumento de enfermedades crónicas como la diabetes, los tumores y la hipertensión, la falta de inversiones estructurales y la paralización de la rotación.

Factores que sumados podrían poner de rodillas a la salud nacional en el corto plazo. Una perspectiva que, entre otras cosas, confirman las cifras: en los últimos sesenta años los mayores de 65 años han aumentado un 30% y en 2015 se prevé que más de 13 millones de ciudadanos superen los 65 años, una cifra destinada a subir más en los próximos años. De media, un italiano vive 82,8 años, unos meses menos que la población más longeva del mundo, los japoneses. En resumen, somos uno de los países “más antiguos” del mundo.

Al mismo tiempo, aumenta el número de pacientes crónicos y multicrónicos. En base a los datos descritos anteriormente, es claro que en los próximos años la necesidad nacional de cuidados aumentará, mientras que la eficiencia del SNS, en ausencia de soluciones, podría caer debido a los factores descritos anteriormente. El riesgo de colapso, según Bloomberg, se convierte así en una perspectiva que no debe subestimarse. 

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