La legislatura china acaba de aprobar una reinterpretación del Código Penal que permite el encarcelamiento no solo de quienes cazan y matan especies protegidas, sino también de quienes las comen. Actualmente hay 420 especies de animales salvajes que se consideran en peligro de extinción, y es a ellos a los que apuntan las reglas: así que cuidado con no tener pandas, monos dorados, osos negros asiáticos o pangolines en la mesa. La pena es de 5 a 10 años de prisión, según la gravedad del delito.
No solo eso: incluso quienes compran restos de especies protegidas -tanto para alimento como para recolección- ven endurecidas las penas, y son considerados culpables de recibir bienes robados. La pena puede llegar hasta los 3 años de prisión. Antes de este cambio en el Código Penal, los compradores muchas veces escapaban a cualquier sanción. Los mercados asiáticos han sido considerados durante mucho tiempo como los más receptivos a este tipo de comercio, y el gobierno chino se ha comprometido a combatir estas formas de ilegalidad: en febrero, la operación 'Cobra II' condujo a la incautación de tres toneladas de marfil y más de 1000 Pieles.
http://www.chinadaily.com.cn/china/2014-04/24/content_17463323.htm
