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El primer ministro chino promete: no más devaluaciones, pero quedan dudas sobre el crecimiento del Dragón

El primer ministro chino, Li Keqiang, ha tratado de tranquilizar a los mercados e inversores mundiales sobre el desempeño de la economía china y sobre el fin de las devaluaciones de su moneda. El primer ministro confirmó que China tiene todas las herramientas para hacer frente a la situación y evitar una mayor desaceleración de la economía, pero persisten las dudas sobre el crecimiento.

El primer ministro chino promete: no más devaluaciones, pero quedan dudas sobre el crecimiento del Dragón

Desde el Foro Económico Mundial en Dalian, China, hay garantías para los inversores y los mercados mundiales. El primer ministro chino, Li Keqiang, prometió que no habrá más devaluaciones de la moneda nacional. Además, el primer ministro confirmó que China y sus autoridades cuentan con todas las herramientas para hacer frente a la situación y evitar una mayor desaceleración de la economía.

El primer ministro intentó tranquilizar los ánimos tras el desplome de la bolsa china y las tres devaluaciones de la moneda nacional que hicieron temer el inicio de una guerra de divisas. Por un lado, China, por tanto, tranquiliza sobre el fin de las devaluaciones del renbinbi, pero por otro confirma sus dudas sobre el crecimiento del país. De hecho, el primer ministro también subrayó la disposición del banco central chino a intervenir con todos los instrumentos posibles cuando se produzca un aumento del riesgo y una disminución del crecimiento establecido, por debajo del rango mínimo fijado.

Según el instituto japonés de estadística, el país creció un 2015% en el primer semestre de 7, pero algunos datos económicos, en particular el índice PMI manufacturero, parecen retratar una situación mucho más sombría. El tema de la deuda también es complejo: mientras que la deuda pública está en gran medida bajo control, la de las administraciones locales supera con creces el PIB.

A pesar de las dificultades, el primer ministro reiteró que China no debe ser motivo de preocupación para el resto del mundo, sino de crecimiento y estabilidad.

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