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Milan tropieza con Bolonia y se acerca a la Champions League

Entre mil venenos y chispas, los rossoneri vencieron 2-1 al Bologna y vuelven a la esperanza en la Champions, instalándose en la quinta plaza

Milan tropieza con Bolonia y se acerca a la Champions League

Peleas, polémicas y… 3 puntos tan pesados ​​como cantos rodados. El Milán volvió a la victoria tras un partido tenso, caracterizado por rencillas internas, expulsiones y mucho, demasiado nerviosismo, lo que confirmaba que había mucho en juego, al igual que los problemas. Gattuso se jugaba la última oportunidad para quedarse tras la estela del velocísimo Atalanta, Mihajlovic la posibilidad de cerrar el discurso de salvación con tres días de antelación: ganó el primero, aunque al final de un sufrimiento mucho mayor del que hubiera sido razonable. esperar, incluso para un equipo en crisis como el suyo.

Quedan 3 puntos de platino, aunque solo sea por el ranking que le da a los Rossoneri una esperanza de un cuarto lugar, o al menos de la Europa League, Gattuso sin embargo no podrá disfrutarlos mucho y no solo para el partido fuera de casa en Florencia el sábado: su pelea, de hecho, con Bakayoko, hará que la gente hable mucho y lo obligará a nuevas tensiones, las enésimas de esta temporada tan convulsa. El "crimen" se produjo en el minuto 23 cuando Biglia, preferido al francés, se lesionó: Gattuso llamó a Bakayoko pero éste, evidentemente ofendido por el banquillo (tras la demora que provocó la retirada de él y todo el equipo), se encontró, digamos, sin preparación. El técnico se decantó así por el resucitado José Mauri y el francés, como respuesta, lo mandó a ese país con un labio inequívoco.

“Esperé siete minutos, no se había puesto las espinilleras y elegí a Mauri – explicó Gattuso – En mi carrera he mandado a muchos entrenadores al carajo, entonces siempre nos mirábamos a los ojos. Me pueden decir cualquier cosa, lo importante es que no faltes al respeto en el vestuario. Todos pueden mandarme al infierno, pero luego cuando estemos en un cuarto pequeño, veamos…”.

Palabras contundentes, a las que siguieron, por una vez, las de Leonardo, igualmente molesto, aunque de distinta forma, por la actitud del exjugador del Chelsea. “No queremos tener un juicio público – pensó el técnico rossoneri – Tiene muchas cosas positivas de chico pero si se equivoca, lo paga, no se puede tocar al Milan. Resolveremos internamente como siempre, yo, Gazidis, Maldini y Gattuso".

Pero el de Bakayoko no es el único episodio de punto rojo: Paquetà también está en el banquillo, culpable de golpear al árbitro con un gesto de molestia y remediar así una expulsión que, además de poner en peligro la victoria de ayer, le hará saltarse el mismísimo delicado viaje a Florencia. “Puso sus manos sobre el árbitro y ni se dio cuenta pero es parte de ser joven – suspiró Gattuso – Son cosas que me molestan, tenemos que mejorar mucho en esto”.

En todo esto, sin embargo, también hubo un partido y el Milán lo ganó, incluso si el Bolonia fácilmente podría haber salido de San Siro con un resultado diferente. Al fin y al cabo, más allá de los nombres, fue el rossoblu el que se presentó en mejor forma, tanto como para empujar a Mihajlovic a pronosticar puntos de salvación. En cambio, fueron los rossoneri los que sonrieron gracias a los goles de Suso (37') y Borini (67'), antes de que Destro reabriera los partidos con un zarpazo que hizo temblar a los más de 50 espectadores presentes en el estadio (72').

Paquetà incendió entonces la final con la mencionada expulsión (74'), luego empató en pleno descuento por Sansone (96'), a la que se sumó también la de Dijks al final del partido. Parece un boletín, pero en cambio es solo el reportaje de un partido que ofreció más chispas de las que ya prometía. Ahora el Milan pasa revista a la Champions League, aunque sometido al Atalanta: si la Diosa anotara al menos 7 puntos en los próximos 3 partidos, de hecho, sería ella quien celebraría el preciado gol.

"Si no nos clasificamos, no habrá desmovilización, pero tampoco habrá grandes fichajes", comentó escuetamente Leonardo, reiterando lo que todos saben: el cuarto puesto, para este Milan, es realmente muy, muy importante. Gattuso tiene la ardua tarea de hacérselo entender incluso a los jugadores, los únicos, al parecer, que todavía no se han dado cuenta.

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