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El trabajo no declarado es el 15,9% del empleo: ¿por qué no se puede erradicar?

Istat, aunque observa una reducción parcial del trabajo no declarado, sostiene que "el recurso al trabajo irregular por parte de empresas y hogares es una característica estructural del mercado laboral italiano", pero esto invalida o no las estadísticas oficiales sobre empleo, desempleo, inactividad, salario y ¿ingreso?

es cierto, el Unidad de trabajo (o unidad de trabajo equivalente a tiempo completo - AWU) sirven para medir de manera homogénea el volumen de trabajo realizado por todos aquellos que, independientemente de su residencia, contribuyen a las actividades productivas que se desarrollan en el territorio económico de un país. Las AWU representan todos los puestos de trabajo (principales o secundarios) desempeñados por empleados, transformados en unidades equivalentes a tiempo completo; Como esto, se calculan como la relación entre el total de horas efectivamente trabajadas y el promedio de horas trabajadas a tiempo completo.

Entonces, no sería correcto -como han hecho algunos comentaristas- confundir el número de UTA con el de personas físicas, ya sean empleadas o desempleadas. Es en esta clave que debe leerse con preocupación el Informe ISTAT del 11 de octubre dedicado a la economía "no observada", en la práctica al trabajo no declarado, en el marco temporal 2012-2015. En 2015 hubo 3 unidades de trabajo irregular, principalmente empleados (724), superior al año anterior (+2 y +651 unidades respectivamente). La tasa de irregularidad, calculada como la incidencia de las unidades de trabajo irregular (UTA) sobre el total, fue del 15,9% (+0,2 puntos porcentuales respecto a 2014). La tasa de irregularidad en el empleo fue especialmente alta en el sector de Servicios Personales (47,6% en 2015, 0,2 puntos porcentuales más que en 2014) pero también fue muy significativa en los sectores de Agricultura (17,9%), Construcción (16,9%) y Comercio, transporte , alojamiento y restauración (16,7%).

La cuestión también debe ser examinada en relación con las políticas laborales adoptadas en esos años, tanto en lo que se refiere a la supervisión y sanción de irregularidades como a las políticas de promoción del "buen empleo". Por ello, es importante señalar que en 2015 el valor añadido generado por la economía no observada, es decir, por la suma de la economía sumergida y las actividades ilegales, ascendió a algo menos de 208 millones de euros, con una incidencia sobre el PIB del 12,6%. Respecto a 2014, tanto el importe (unos 5 millones) como la incidencia sobre la actividad económica total (-0,5 puntos porcentuales) disminuyeron.

La dinámica del último año considerado marca, por tanto, una inversión de tendencia respecto a la tendencia del fenómeno en el trienio anterior que había registrado una tendencia alcista en el trienio 2012-2014 (cuando había pasado del 12,7% al 13,1%). Cual podría hacer la contribución de la reducción de impuestos por un período de tres años considerado importante, incluido en la ley de presupuesto para 2015 y los cambios en la disciplina de retiro según lo dispuesto en la ley de empleo, así como el éxito en el uso de los vales (en este sentido, veremos los efectos de las recientes medidas punitivas que han reducido, inutilizado y dificultado el uso de este instituto, en su nueva versión).

También en 2015, el valor añadido atribuible a la economía no observada ascendió al 14,0% del importe total del PIB, 0,6 puntos porcentuales menos que en 2014: el componente vinculado a la economía sumergida representó el 12,8% (frente al 13,4%). , mientras que la incidencia de las actividades ilegales incluidas en la estimación (narcotráfico, servicios de prostitución y contrabando de tabaco) se mantuvo estable en 1,2%. La composición de la economía no observada mostró un cambio significativo con respecto a años anteriores: los componentes más relevantes siguieron siendo el aspecto de la subdeclaración y el valor añadido vinculado al uso de trabajo irregular, que representaron, respectivamente, el 2015% y el 44,9% de la actividad económica total no observada en 37,3: el peso de la primera disminuyó 2 puntos porcentuales y el de la segunda aumentó 0,8 puntos. La incidencia del resto de componentes (propinas, rentas no declaradas e integración oferta-demanda) y de actividades ilegales fue menos significativa pero creciente: la primera ascendió al 9,6% (con un aumento de un punto porcentual) y la segunda al 8,2%, 2 décimas de punto más que en 2014.

Hasta aquí, los datos más significativos del Informe, cuya profundización permitirá obtener un panorama más completo. Querer ser "políticamente incorrecto" se vuelve inevitable una consideración y una pregunta. Empezando por el primero, no sería "correcto" negar que la combinación de desgravaciones fiscales y contratos con protecciones crecientes (el primero fue ciertamente más determinante que el segundo) ha supuesto una contribución sustancial (luego veremos si se agota o no debido a las nuevas disposiciones). La pregunta es: pero si el peso del trabajo en la economía sumergida (“no observada”) es tan significativo, ¿tienen pleno sentido las estadísticas oficiales sobre empleo, desempleo, inactividad, salarios e ingresos? Si, como escribe ISTAT, "el recurso al trabajo irregular por parte de empresas y hogares es una característica estructural del mercado laboral italiano", será necesario preguntarse por qué ocurre este fenómeno y no es posible, al menos, escalar atrás. Dado que las interpretaciones antropológicas no serían exhaustivas, será bueno contentarse con encontrar las de carácter económico y social.

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