La operación es grande, pero "no conduce al establecimiento de una posición dominante". Esta es la opinión del Antimonopolio sobre la adquisición en Italia de Hachette Rusconi por parte de Hearst Communication. El gigante estadounidense de las comunicaciones trae a casa todas las publicaciones internacionales de Lagardere, el grupo editorial francés que también es propietario de Hachette Rusconi, una a la vez.
La compañía de Delaware, que factura anualmente entre 3 y 4 millones de euros, ha gastado 640 millones en comprar alrededor de 100 títulos de Lagardere en 14 países fuera de Francia, así como 50 webs y numerosas aplicaciones para móviles y tabletas. Con la operación italiana, Herast adquiere no sólo el control exclusivo de Hachette Rusconi, activa en el sector editorial y de venta de publicidad, sino también las participaciones que la compañía ostentaba en otras sociedades de nuestro país. Entre estos, Alte Tecnologie Editoriali srl y Hachette Lifestyle Media Srl. Varios periódicos distribuidos en Italia, como Gente, Gioia, Elle, Gente Motori y Yacht Capital, también pasaron a manos de los estadounidenses.
Aunque numerosas, las publicaciones en su conjunto "presentan varios elementos de diferenciación -se lee en el boletín semanal de la Antimonopolio-, entre los que destacan, en primer lugar, la frecuencia y el tipo de producto editorial". Además, "tras la concentración notificada, la cuota de mercado combinada de las partes será del 10-15 %" en el sector editorial, y del "5-10 %" en el de las ventas de publicidad. Por estas razones, la Autoridad cree que la transacción no ha infringido las reglas de la competencia.
