El gobierno ruso ha impuesto hoy una prohibición a las importaciones de alimentos de la Unión Europea, Estados Unidos, Australia, Canadá y Noruega. El embargo, que tendrá una duración de un año, afecta a varios productos: bovino, porcino y aviar, frutas y hortalizas, leche y queso.
Esta es la primera de las contrasanciones decididas por Moscú en respuesta a las medidas punitivas lanzadas por Occidente contra Rusia tras la crisis de Ucrania. El anuncio vino hoy de Dmitri Medvedev: "El camino hacia las sanciones es un callejón sin salida - dijo el Premier -, pero Rusia se vio obligada a reaccionar". Según Medvedev, el período de embargo para los productos occidentales podría reducirse "si los socios occidentales muestran una actitud constructiva".
La medida del Kremlin hará mucho daño a nuestro país, que el año pasado exportó productos alimenticios y bebidas a Rusia por más de mil millones de euros. Según Coldiretti, las exportaciones italianas de productos agroalimentarios italianos a Rusia, a pesar de las tensiones internacionales, aumentaron un 1% en los cuatro primeros meses de 2014 y el año pasado habían alcanzado la cifra récord de 706 millones de euros.
Mientras tanto, como segunda sanción, Moscú evalúa la posibilidad de prohibir a las aerolíneas occidentales llegar a Asia sobrevolando Siberia. Una decisión que en Europa perjudicaría especialmente a Lufthansa, Air France y British Airways. El gobierno ruso ya ha decidido prohibir que las aerolíneas ucranianas a Armenia, Georgia, Azerbaiyán y Turquía vuelen sobre su territorio.