Las últimas medidas de austeridad anunciadas ayer por la tarde por el gobierno griego han desatado una nueva oleada de huelgas que está a punto de azotar a todo el país. Los principales sindicatos griegos, Adedy y Gsee, ya han proclamado la movilización general para los días 5 y 9 de octubre. Sin embargo, las protestas ya han comenzado hoy, con transporte público parado en todo el país y taxistas que se han cruzado de brazos para oponerse al plan liberalizador. Paro de tres horas también para controladores aéreos, maestros de primaria y secundaria y empleados estatales.
Las medidas puestas en marcha ayer por el Gobierno suponen el último intento de acceder al préstamo de 8 millones de euros de la UE y el FMI. De hecho, el país corre el riesgo de encontrarse con las arcas estatales vacías a mediados de octubre. Entre las medidas anunciadas, se encuentra un nuevo recorte de pensiones y salarios públicos, la cancelación de numerosas deducciones fiscales y el despido de 30 empleados públicos.