comparte

Golf, Tiger gana a The Players y agradece a La Cava: "Es un gran caddie"

Tiger Woods gana el prestigioso torneo en el TPC Sawgrass de Ponte Vedra Beach, Florida, tras un trepidante desafío con Sergio García, que se desploma en el hoyo 17 - El golfista estadounidense agradece públicamente al caddie Joe La Cava.

Golf, Tiger gana a The Players y agradece a La Cava: "Es un gran caddie"

Es quizás una de las victorias más hermosas de Tiger Woods, sufrida, luchada, triunfante. Número 78 en el PGA Tour, cuarto este año de siete torneos disputados. Un resultado impresionante que, más allá de los números del ranking, confirma que Woods es el mejor golfista que ha pisado una calle.

En el Stadium Course de TPC Sawgrass, Ponte Vedra Beach, Florida, Tiger se aseguró su segundo título en The Players Championship, el llamado quinto mayor. Desde 2001, el año de su primera victoria en este curso, Tiger había terminado entre los diez primeros solo una vez, por lo demás, una niebla espesa. Su caddie y amigo Joe LaCava lo convenció de que podía hacerlo de nuevo, que podía dominar un recorrido muy difícil, donde solo tienes que sacar el drive un par de veces. Es el propio Tiger quien le reconoce este mérito a su brazo derecho: “Es un gran caddie”, Él dice. 

Joe lo ayuda a diseñar estrategias, explica, porque sabe cómo ganar en el Stadium Course, ya que ha sido caddie del dos veces ganador Fred Couples. Los dos finalmente se abrazan: "Te dije que podías hacerlo" y Tiger muestra una gran sonrisa. 

En Sawgrass Woods parece haber redescubierto la victoria, pero también un círculo de afectos estables: Lindsey Vonn, que lo sigue de lejos, entre la multitud, hoyo tras hoyo; La Cava, un caddie, pero también un amigo; Sean Folley, un entrenador que habla bien de él y con el que está haciendo un gran trabajo; la querida madre, recordó ayer, en el Día de la Madre, tan querido por los americanos: “Me va a regañar por ese error a los 14 le voy a dar un golpe. Lo siento mama". En resumen, Tiger está de vuelta en 360 grados. “Estoy mejorando”, comenta. Al fin y al cabo, el golf necesita estabilidad interior, porque la victoria es ante todo mental. La carrera de estos días lo demostró como pocas veces.

Il El principal rival de Tigre es, desde hace 4 días, Sergio García, el gran jugador español ganador de más de 20 torneos. García ama el Stadium Course, ganó The Players en 2008 y ganó más dinero en su carrera en este campo que en cualquier otro. Pero los nervios, en la última vuelta, no pueden con él. ¿Por qué? Probablemente no pueda controlar ese espíritu suicida que puede abrumar al golfista en los momentos decisivos. García, sufre mucho Tigre, su carisma, su público. Al tercer día juegan juntos y, durante una suspensión por mal tiempo, concede una entrevista acusando a su compañero de haber sacado un palo mientras daba un golpe, haciendo "murmurar" al público y por tanto molestarles. Un pensamiento paranoico, un síntoma de debilidad, un ataque frontal a Tigre que genera una tensión innecesaria en el terreno de juego y limita el juego para ambos. Los dos siguen emparejados pero, afortunadamente, no salen juntos en la última vuelta, porque en -11 también está el extraordinario y joven sueco David Lingmerth (25 años)

Woods toma la delantera casi de inmediato y parece listo para una victoria difícil pero relativamente fácil hasta el hoyo 14. Sin embargo, en el 14, un par 4 difícil que es un poco su bête noir, Tiger, distraído por una libélula, se mete al agua y anota un doble bogey, mientras que sus perseguidores hacen birdie. Tres golpes de ventaja anulados en minutos, podría ser el punto de inflexión del torneo y el fin de Tigre. En cambio, es en este punto cuando el campeón saca las garras: en el 15 falla su primer golpe, no llega a green con el segundo, se ve obligado a salvar el par con un putt muy difícil y se hunde. La fase "suicida" ha terminado, Tiger recupera la confianza necesaria. "Pensé que todavía estaba en carrera -comenta- y que era muy importante, porque podía ir al play-off". 

En el 16 hace un birdie, pero también García, sacando el green en 2 en el par 5, logra anotar un golpe: ambos llegan al 17, uno tras otro, con -13. 

El 17 es un campo de pruebas, la pesadilla de todo jugador que acude a Sawgrass. Un par tres corto, rodeado de agua, con un green bastante corto. Si sopla el viento, parar la bola y ponerla al lado de la caña es casi imposible. En la cuarta ronda, la bandera está en el punto x: en la parte más corta del green, detrás de un pequeño bunker. 

Tiger decide no arriesgar nada: dispara en medio del green, a varios metros de la varilla, luego hace dos excelentes putts y llega a 18 ileso. 

García quiere cerrar el partido aquí mismo, en el hoyo más difícil del campo, ya lo hizo en 2008 y cree que puede volver a hacerlo. Pero hay momentos y momentos, rivales que sufren más y otros que sufren menos. Dos veces apunta a la caña, dos veces acaba en el agua: el resultado al final son 4 tiros errados en un hoyo, el 71, el que no tiene posibilidad de recuperación, porque solo queda el 18 por delante. 

El resto es historia, o más bien leyenda.

Revisión