Jordan Spieth conquista el US Open con una emocionante victoria y comienza su búsqueda personal del grand slam en una sola temporada, una hazaña nunca lograda ni siquiera por Tiger Woods, quien ganó cuatro majors en el lapso de 12 meses, pero a caballo entre dos”.
El tejano de veintidós años gana el segundo major del año, tras el primero, el Masters de abril, y se impone a Dustin Johnson prácticamente a los 18, en un partido de color amarillo, con un resultado final incierto hasta el último minuto. El putter es la baza de este campeón (como Tiger, antes que él) que se emociona, cae y vuelve a levantarse, pero a la hora de meter el balón da en el blanco.
Con este resultado, Jordan se convierte, entre otras cosas, en el ganador más joven del US Open en 115 ediciones. El score, para el rubio, está a 5 golpes bajo par, porque Chambers Bay cumple su promesa, es difícil, exhibe greenes al límite de las posibilidades de un golfista, pero se deja domar por los mejores.
En las mismas horas que Spieth sube en cada ranking, Tiger Woods recorre el mismo camino hacia abajo. En el Estado de Washington el campeón firma los peores 36 hoyos de su carrera, no pasa el corte y se deja entre los 200 mejores jugadores del mundo (205). Un aterrizaje amargo para Tiger, que parece incapaz de recuperarse de la crisis en la que se ha sumido. Ni siquiera con toda la buena voluntad que está poniendo en ello, inscribiéndose en los campeonatos más de lo que nunca ha hecho, tal vez por obligación con los patrocinadores.
Para Francesco Molinari, el US Open empieza bien pero acaba así, con 36 putts en los últimos 18 hoyos y dos bogeys en el 17 y 18, para un total de 5 tiros sobre par, 27ª posición y algo de amargura en boca, para un gran talento que lucha por afianzarse en lo más alto de la clasificación. Un excelente resultado en cualquier caso, que mantiene a Francesco en el top 50 del mundo.
Novena posición para el número uno del mundo Rory McIlroy, empañado sobre todo en la zona de bandera, pero en plena forma el domingo donde finalizó con un espléndido 66. Igual buena recuperación del australiano Adam Scott, flanqueado en esta ocasión por el caddie más glamuroso. Steve Williams: 64 golpes el domingo, resultado final de -3, cuarta posición.
Sin embargo, los verdaderos protagonistas del día final, además de Spieth, son Dustin Johnson, Louis Oosthuizen y Branden Grace.
Dustin siempre recordará el green del 18 donde, en pocos minutos, su sueño se desvanece: puede ganar el torneo si cierra con un putt; puede llevar a su compatriota a los playoffs si cierra con dos putts; corre el riesgo de perder si se encuentra con tres putts, un acto desagradable que ocurre bajo los ojos de su esposa y su pequeño hijo, ya listos para celebrar. Segundo puesto para él, empatado con Oosthuizen, que nunca está en juego salvo en los hoyos finales, donde realiza una remontada espectacular.
Mención especial para el sudafricano Branden Grace, capaz de llevarse el 100% de las calles y liderar la clasificación hasta el hoyo 16 donde por primera vez pierde el rumbo y paga la penalización con un fuera de límites y un doble bogey.
