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Giulio Sapelli: "Necesitamos más crecimiento y menos austeridad contra el euroescepticismo"

ENTREVISTA A GIULIO SAPELLI - "Lo que se está extendiendo en Europa no es verdadero populismo sino neo-diecinueveismo anticapitalista con respecto a la expropiación de los Parlamentos" - "Grillo recuerda a D'Annunzio" - Pero tanto la política como la cultura deben renovarse profundamente - Lo El Estado puede permanecer en la economía pero de una forma moderna e inteligente.

Giulio Sapelli: "Necesitamos más crecimiento y menos austeridad contra el euroescepticismo"

“Lo que estamos presenciando en Europa no es populismo, sino una especie de actitud neo-siglo XIX anticapitalista que se opone a una Europa que exilia los Parlamentos”. Así comenta Giulio Sapelli, historiador económico de la Universidad Estatal de Milán e intelectual de pura sangre, la propuesta del primer ministro Mario Monti de organizar una cumbre en Roma con los jefes de Estado europeos para ahuyentar a los nuevos populismos euroescépticos. “El populismo es un fenómeno bien definido que comenzó en la década de 30 en Brasil con Getulio Vargas, continúa en Argentina con Perón y aún hoy tiene algunas secuelas en el continente sudamericano. Pero tiene características muy específicas: un líder fuerte, un programa simple, una oligarquía financiera que demagógicamente se le opone y un fuerte apoyo de las masas sindicalizadas. Sin la base salarial, sin el arraigo de un líder en un sindicato, no hay populismo”.

En definitiva, si los trabajadores precarios encuentran un líder, se organizan programáticamente y empiezan a pronunciar consignas anticrisis, solo entonces podremos hablar de populismo. “Este ciertamente no es el caso con el Movimiento Cinco Estrellas. Los discursos de Grillo me recuerdan a los de Gabriele D'Annunzio en la ocupación de Fiume”, no a los de Perón frente a las multitudes argentinas.

“Estamos ante dos fenómenos diferentes”, explica Sapelli, “una derecha neo-siglo XIX, fuertemente anticapitalista, que se opone a la incapacidad parlamentaria y al bonapartismo europeo”. El fenómeno Grillo estaría entre los primeros, mientras que el primer ministro Mario Monti puede ser visto como el "pequeño Luis Bonaparte, un dictador romano que tomó el poder sin legitimidad electoral. Me recuerda a algunos gobiernos latinoamericanos que se apoyaron en decretos de emergencia, como el de Fujimori en Perú”.

El problema de la deuda pública es un falso problema para Sapelli. “Necesitamos aumentar la deuda e implementar medidas para el crecimiento. Simultáneamente, a nivel europeo, bastaría con intentar cambiar el estatuto del BCE, para tener un banco central que, como la Reserva Federal, imprima dinero y mutualice deudas. Si me tocara a mí decidir, separaría los bancos de inversión de los comerciales y no intentaría gravar la renta ni las transacciones financieras, porque en un mundo global como el actual, el único efecto sería la fuga de capitales. Prefiero aspirar a una nueva presencia inteligente del Estado en la economía, un Estado emprendedor en el sentido más noble de la palabra”.

El objetivo de los líderes europeos debe ser la creación de unos Estados Unidos de Europa, pero a través del espíritu de una nueva clase de intelectuales europeos y una izquierda proactiva. “Hoy necesitamos una política socialista y europeísta. Los fenómenos de Alexis Tsipras en Grecia y Emile Roemer en Holanda son buenos ejemplos. Proponiendo una política económica de crecimiento y no de austeridad, que no lleva a ninguna parte”. Pero para llegar a unos Estados Unidos de Europa, primero hay que “reconstruir una cultura europea, que ha sido suplantada por el advenimiento de las escuelas de negocios, y encontrar fuerzas de izquierda que la apoyen. En este sentido, la crisis debe favorecer el nacimiento de nuevos pensamientos”. Aquí y allá han surgido “grandes ideas para ir más allá del marco nacional”, por ejemplo “la propuesto por Alberto Quadro Curzio y Romano Prodi de los bonos de la Unión Europea”. Pero siguen siendo casos aislados. "Me temo que durante algún tiempo tendremos que convivir con manifestaciones de extremismo, como el partido neonazi griego Amanecer Dorado".

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