En el arranque de este Giro, además del póker de favoritos -ya posicionados en lo más alto de la clasificación con Primoz Roglic en la plantilla seguido de Simon Yates, Nibali y Dumoulin-, estaba el de los velocistas - Viviani, Gaviria, Démare y Ewan: listos para desafiarse en las etapas planas u onduladas que tienen más sabor a colina que a montaña real. Así como fue la fracción de ayer que vio la meta de fucecchio, al final de 205 km de caminos que recuerdan a Bartali, el primer sprint en filas compactas de todo el grupo. Pero no fue uno de los cuatro mosqueteros más populares en el sprint del Giro quien alzó los brazos en señal de victoria sino un alemán de 25 años, pascal ackerman, de Bora-Hansgrohe con un palmarés ciertamente menos rico que el de Viviani y sus compañeros pero que sin embargo había dado algunos signos de peligro al ganar una etapa del Tour de Romandie y el Critérium du Dauphiné el año pasado además del título de campeón de Alemania superando no a un desconocido sino a John Degenkolb. Sprint condicionado por tácticas exageradas con Viviani poniéndose en la rueda de Gaviria, sin que nadie quiera tomar la iniciativa hasta los 250 metros: Ackermann sabe aprovechar este momento de suspenso para correr con potencia, frustrando luego el regreso de Viviani y Caleb Ewan tercero , Gaviria cuarto, Démare quinto. Están Greipel, Kittel y Degenkolb pero Alemania en la primera oportunidad consigue, gracias a Ackermann, su 36ª victoria en el Giro.
día tranquilo para Roglic que se queda de rosa con los huecos marcados por la contrarreloj de Bolonia. Se mantiene la clasificación general, pero no la del mejor escalador con Julio Ciccone quien reforzó su maillot azul yendo primero en los distintos Gpm de la jornada. Lo había conquistado el sábado subiendo los dos km de la pista de San Luca en un tiempo inferior a un segundo del marcado por Roglic. Poca publicidad pero muy buena hazaña para el ciclista de 24 años de Chieti que, entre otras cosas, es también el tercer ciclista más joven en ganar una etapa del Giro (la de Sestola en 2016) después de Frausto Coppi y Luigi Marchisio . Hoy va el Giro da Vinci en Orbetello: 220 km sin mayor dificultad. Otra etapa para los velocistas: una oportunidad para que los perdedores de ayer se venguen de inmediato.