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Alemania, Merkel hacia un nuevo triunfo: la carrera de Steinbrück se olvida de Europa

Hasta la fecha, según las últimas encuestas, a los democratacristianos de la Canciller se les atribuye casi quince puntos porcentuales más que a los socialdemócratas - El opositor más acreditado, el exministro de Hacienda Peer Steinbrück, propone una política poco europeísta y con tonos arrogantes.

El 70% de los alemanes está convencido de que Angela Merkel volverá a triunfar el 22 de septiembre. Hasta la fecha, de hecho, a los democratacristianos de la Cancillería se les atribuye casi quince puntos porcentuales más que a los socialdemócratas. Sin embargo, el gobierno amarillo-negro no es amado, los liberales han estado en problemas durante algún tiempo. Todo apunta a un nuevo estancamiento político, similar al ocurrido en 2005. Ayer, en el congreso federal de apertura de la campaña electoral, el candidato del SPD a la Cancillería, Peer Steinbrück, trató de revertir la tendencia, infundiendo moral y entusiasmo en un partido perdido hace mucho tiempo.

 

Ex Ministro de Hacienda en el gobierno de Große KoalitionSteinbrück, de XNUMX años, es un político de la estirpe de Helmut Schmidt, hijo de una época en la que la socialdemocracia coqueteaba con los liberales. Siempre miembro de la derecha del partido (Distrito de Seeheimer), Steinbrück es conocido por su dureza de tono, sarcasmo, a veces incluso arrogancia. Gracias a su asertividad, el líder socialdemócrata ha hilvanado una larga serie de meteduras de pata en su carrera, la última de las cuales se refería al resultado de las elecciones italianas. En el discurso de ayer trató de distanciarse del Canciller y de CDU / CSU. Lo hizo proponiendo una combinación de políticas sociales y fiscales que retrotraerá a Alemania a los tiempos del 2010er gabinete de Schröder, es decir, antes de la famosa Agenda 45. Entre los principales, mencionamos: un aumento de la presión fiscal sobre las rentas más altas (el tipo impositivo marginal pasará del 49 al XNUMX %), un salario mínimo generalizado en toda Alemania, restricciones al trabajo temporal.

 

El grito de alarma ya ha llegado de la mayoría y de las empresas. Incluso Steinbrück, en el transcurso de su discurso, sintió la necesidad de justificarse: «No soy un fetichista de impuestosse protegió. Tradicionalmente centrista, dedicó toda la pasada legislatura a lograr el equilibrio presupuestario, acuñando el famoso lema ¡Wir schaffen die Null! (¡Vamos a ajustar cuentas!). Ahora, dadas también las críticas provenientes de la izquierda del partido, también busca el consenso entre las franjas más maximalistas y entre los votantes de Die Linke. Su extenso discurso, que duró casi una hora y media, giró en torno al eslogan antiindividualista elegido para la campaña electoral: "Nosotros decidimos". De ahí la retórica fuertemente antiliberal que permeó todo el discurso: desde el neoliberalismo como causante de la crisis, hasta el egoísmo de quienes quisieran basar la democracia en los dogmas del mercado.

 

En linea con esto narrativa anticapitalista, se introducen las propuestas para controlar los precios de los arrendamientos y prohibir la especulación con las materias primas. La gran ausente del discurso de Steinbrück es en cambio Europa. En buena parte porque el SPD no puede desvelar las afinidades de su planteamiento de la crisis con el de la Canciller en un momento en el que se ocupa de reforzar el eje con los ecologistas. El líder socialdemócrata se sale así con la suya con una broma que inmediatamente puso nerviosos a algunos periodistas teutones. “En Europa debemos volver a ser buenos vecinos”. Lo que implica que de momento Alemania no lo es. Pero, ¿por qué entonces el SPD ratificó esencialmente la política europea de los democratacristianos? Sobre esto Steinbrück todavía tiene que dar algunas respuestas.

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