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Galán, menos impuestos para los particulares que invierten en cultura, factura lista

El Ministro de Patrimonio y Actividades Culturales está estudiando una disposición largamente esperada que favorece la contribución de financiación privada destinada a la protección y valorización del patrimonio italiano. El bien nacional siempre ha adolecido de deficiencias normativas que favorecen la participación de los múltiples sujetos interesados ​​en su desarrollo.

Galán, menos impuestos para los particulares que invierten en cultura, factura lista

El discurso del ministro de Patrimonio Cultural Giancarlo Galán, pronunciado ayer en el marco de la asamblea de Civita, adquiere tono de exabrupto. “Es necesario atraer inversión privada en cultura”, ha dicho el ministro, “para ello es necesario garantizar una fiscalidad ventajosa”. Menos impuestos, más cultura: esta es la receta de Galán para remediar la condición de abandono del patrimonio cultural en Italia.

El proyecto de ley, apunta Galán, está listo, los principios sobre los que se asientan las bases son el reconocimiento y la transparencia por cada euro invertido. "Necesitamos construir un terreno fértil para la inversión - dice -, necesitamos decidir si en Italia la cultura puede convertirse en un recurso o está destinada a seguir siendo un costo". El ministro lamenta el estado paradójico de sitios muy importantes (como los Uffizi y Pompeya) y lanza golpes a colegas y predecesores: "Los llamados a licitación para ejercicios en museos (los llamados 'servicios adicionales", ed) habían ha estado parado durante diez años". Las exenciones fiscales no serían suficientes, pero también se necesitaría una excelente planificación y planes.

La inversión privada no forma parte de la forma habitual de gestionar el patrimonio cultural en Italia. En Estados Unidos, por ejemplo, gracias al trabajo de filántropos, cuyos nombres aún son reconocibles en las salas de los museos, se ha logrado construir desde cero lugares de interés cultural y turístico. El precursor italiano fue Diego della Valle, que invirtió 25 millones para la renovación del Coliseo. Según Galán no representaría un caso aislado. “Hay inversionistas nacionales y extranjeros interesados ​​en patrocinar nuestro negocio, por supuesto que necesitaríamos algo que ofrecerles”.

Una verdadera revolución copernicana está sobre la mesa del dicasterio, y el exgobernador del Véneto dice que está listo para la batalla. Pero las nubes se ciernen sobre la factura. Los conflictos internos dentro del gobierno no solo arrojan dudas sobre las posibilidades de Galán de ganar su "batalla", sino que pronto podrían derrocar a los líderes.

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