Ayer por la noche, los franceses recibieron un aguijón en la televisión en vivo. El presidente de la República, François Hollande, anunció que el próximo año los hogares y las empresas tendrán que pagar impuestos por 20 millones de euros más de lo previsto. En total, la represión en 2013 superará i 35 millones de euros, considerando también los recortes en el gasto estatal por 10 millones de euros.
Un gran esfuerzo, pero necesario. reducir el déficit público al 3% del PIB (este año es del 4,5%), tal y como exige el pacto fiscal europeo. La mayor carga fiscal ciertamente no beneficiará al crecimiento, que ya ha registrado una marcada desaceleración y no debería superar el +2012% en 1.
Hollande reiteró que la subida de impuestos afectará principalmente a "los más afortunados" entre las empresas y los hogares y explicó que no quiere tomar medidas que "puedan desincentivar el consumo". Las rentas superiores a 150 euros tributarán al 45%. Los que excedan de un millón de euros al 75% por la parte que exceda de esta cantidad. Hollande ha confirmado que quiere gravar ingresos de capital como los del trabajo, pero aún no ha explicado cómo.