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Fiorentina-Roma: Montella juega en el banquillo

Tras la buena actuación ante el Inter, la Fiorentina intentará frenar esta noche a la Roma, proyectada en zona de Champions: si no lo logra, el técnico de Viola se arriesgaría a no comer panettone

Fiorentina-Roma: Montella juega en el banquillo

Un desafío a las antípodas. El segundo avance de esta extraña 17ª jornada se juega en Florencia, donde la Viola de Montella intentará frenar a la Roma de Fonseca (20.45 horas). Ni que decir tiene que las ambiciones son diferentes, quizás demasiado en comparación con lo que se pensaba a principios de temporada, cuando muchos exaltaban a la Fiorentina y dudaban de los giallorossi: hoy, unos meses después, Fonseca es cuarto en la clasificación mientras que Montella se tambalea en el decimocuarto lugar, con solo 4 puntos de ventaja sobre el penúltimo Brescia.

Con estas premisas no parecería haber una historia, pero todos sabemos que el fútbol no es una ciencia exacta, como efectivamente demostró la Fiorentina hace unos días, parando al rapidísimo Inter de Conte. Ese punto probablemente alargó la vida de Montella, quien de otro modo habría corrido el riesgo de ser exonerado: una eventualidad, sin embargo, de ninguna manera evitada, como admite la persona en cuestión.

“No sé si llegaré a comer panettone – explicó sin rodeos en la rueda de prensa de ayer. – Solo sé que soy uno de los responsables, o quizás el verdadero responsable, del rendimiento del equipo y eso me gusta: ser el chivo expiatorio me gasea, me hace rendir aún más”.

Lo será, pero el equipo no parece sufrir el mismo efecto, como demuestra el balance de los últimos cinco partidos (cuatro derrotas y un empate). Precisamente ese punto, sin embargo, debe poner de pie a Fonseca: si el Inter sufrió, además, lo mismo le puede pasar a la Roma.

“Vienen de un buen partido, tienen un buen equipo y jugadores fuertes – confirmó el entrenador de los giallorossi. – Será una carrera difícil, necesitaremos una actuación importante y mucha concentración”.

Sin embargo, su equipo viaja a una media muy superior a la de sus rivales, tanto que se ha estabilizado en zona de Champions y ha desprendido a importantes competidores (Nápoles sobre todo, pero también Milán). Tras el vacilante rendimiento de las primeras cinco jornadas, Fonseca encontró el camino correcto bloqueando en primer lugar la defensa, encajando sólo siete goles en los once restantes: números que contrastan con su imagen de ofensivo, pero tremendamente eficaz.

La idea es cerrar el año natural de la mejor manera posible con una victoria más, sin ningún tipo de agradecimiento hacia nuestro amigo Montella. Para ello, el técnico giallorossi se apoyará en el habitual 4-2-3-1 con Pau López en la portería, Spinazzola, Mancini, Smalling y Kolarov en defensa, Diawara y Veretout en el centro del campo, Zaniolo, Pellegrini y Perotti detrás del único delantero Dzeko.

La Fiorentina, obligada a prescindir de Chiesa, responderá con un 3-5-2 que verá a Dragowski entre los postes, Milenkovic, Pezzella y Cáceres atrás, Lirola, Pulgar, Badelj, Castrovilli y Dalbert en el centro del campo, Boateng y Vlahovic en ataque.

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