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Fincantieri-Saint Nazaire, adquisición al borde de la quiebra

La operación pende de un hilo: a 31 de diciembre Bruselas está a la espera de la documentación necesaria para dar el visto bueno al matrimonio ítalo-francés, aún en suspenso pese al acuerdo alcanzado en 2018, por dudas de competencia. Fincantieri: "No podemos hacer más".

Fincantieri-Saint Nazaire, adquisición al borde de la quiebra

Cuenta atrás para la operación Fincantieri-Saint-Nazaire. La compra por parte del grupo italiano de los astilleros históricos del Loira se decide de hecho en estas horas, aunque el fracaso del trato parece cada vez más cercano: de hecho, para el jueves 31 de diciembre Fincantieri debería convencer a la Unión Europea en el hecho de que la fusión con Chantiers de l'Atlantique no suponga un obstáculo para la competencia en el sector naval, como ha sugerido repetidamente Bruselas.

Pero según las declaraciones de la oficina de prensa del grupo de Trieste, consultadas por FIRSTonline, las esperanzas de un resultado positivo ahora se reducirían a un parpadeo, y se dejarían a opciones de carácter político más que técnico: “Sentimos que hemos hecho todo lo posible, no nos es posible hacer más”, dijo Fincantieri, quien agregó que “la decisión ahora solo puede ser política, de Bruselas o de los gobiernos de los dos países. No obstante, cabe destacar que la colaboración en el ámbito militar avanza satisfactoriamente y lo mismo ocurrirá en el futuro con los trabajos sobre la defensa común europea”.

La disputa se prolonga desde hace años, tanto que la Comisión Europea -advirtiendo la delicadeza del expediente y considerando el riesgo de crear un duopolio- ha el veredicto, inicialmente esperado para 2019, fue pospuesto varias veces, un año después del acuerdo firmado entre Fincantieri y Stx France, que preveía la entrada del grupo Trieste en el 50% del capital, dejando el 1% que le habría dado la mayoría absoluta en manos del Estado francés. Sin embargo, esta vez, a menos que Bruselas pueda conceder más aplazamientos, el plazo realmente ha expirado. Por su parte, Fincantieri sigue manteniendo que la comparación competitiva debe hacerse a escala global, dado que el epicentro del sector naval es cada vez más China, y que crear un campeón europeo solo traería beneficios.

Sin embargo, Europa solo puede tomar nota de que los actores continentales en la construcción de cruceros pasarían así de tres a dos: Saint-Nazaire-Fincantieri y el grupo alemán Meyer Werft. La prensa francesa sigue con atención la situación, dado que la operación italiana suscitó reacciones contrapuestas desde el primer momento: por un lado, recuerda Les Echos, "los mismos que lloran escándalo por los italianos olvidan que durante años Chantiers de l'Atlantique estaba bajo el control de un grupo coreano, STX”.

Por otro lado, sin embargo, el Estado inmediatamente se cuidó mucho de no dar demasiado espacio al grupo italiano, de proteger el empleo en Francia y, desde su punto de vista, de que Fincantieri no le "robara" su know-how. que, además, lo compartiría con el socio chino CSCC (y esto se experimentó con mayor sospecha). Por eso ya tras la quiebra de Stx, la matriz coreana que controlaba Saint-Nazaire, París había intervenido enérgicamente, adquiriendo el 84,3% del capital y dejando también una pequeña parte (2,4%) a los mismos empleados del grupo. En el acuerdo cerrado en 2018 (tras una larga negociación) con Fincantieri, el Estado francés se había reservado el derecho de quedarse formalmente con el 1% del 51% que inicialmente iba a acabar en manos italianas, dejándolo solo "en préstamo". y con derecho a retirarlo si Fincantieri no respeta los acuerdos.

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