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Fed: operación giro para levantar la economía, pero los republicanos no están ahí.

Ben Bernanke presenta su plan "al estilo Kennedy" para reactivar una economía coja - Los republicanos se oponen firmemente a nuevos gastos - El nivel de confrontación entre la Fed y el Partido Elefante alcanza niveles sin precedentes.

Fed: operación giro para levantar la economía, pero los republicanos no están ahí.

La economía estadounidense está “anémica. El crecimiento sigue siendo bajo, los indicadores más recientes señalan que se mantiene el estado de debilidad del mercado laboral, mientras que el desempleo sigue siendo elevado”. Además, “el consumo de los hogares sigue siendo bajo”. El comunicado de la Fed no se anda con rodeos para subrayar la gravedad de la ralentización de la economía.

En resumen, existen "graves riesgos de revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento". Para corregir el rumbo, la Fed, como ya estaba previsto, dio así la Operación Twist, una gran reedición de la maniobra que en 1961 acompañó la recuperación bajo la presidencia de Kennedy. De aquí a junio, el banco central comprará bonos del gobierno con vencimientos de 6 a 30 por un monto de 400 mil millones de dólares. Las ventas de títulos a corto plazo se distribuirán en tres años. De esta forma, la Fed espera reducir el coste del dinero en beneficio de las inversiones y la recuperación del empleo. En el mercado de bonos, el movimiento ya ha dado sus primeros frutos: los bonos a diez años caen nueve puntos hasta el 3,01%, mínimo histórico, mientras que los bonos a dos años suben 4 pb, hasta el 0,20%. El bono a 1,87 años cayó a su rendimiento más bajo hasta el XNUMX%.

La oposición, tanto dentro como fuera de la Fed, influyó en los dos días del FOMC, lo que sin duda limitó el rango de acción de Bernanke. En el Comité Abierto, el presidente del banco central recibió, como en agosto, el voto negativo de tres de diez miembros, a saber, los halcones Charles Plosser de Filadelfia, Richard Fisher de Dallas y Narayana Kocherlakota de Minneapolis. Más relevante es la presión de los republicanos que reclaman a Bernanke que cese toda intervención en los mercados.

En un movimiento sin precedentes, el personal del partido (el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehme, el líder del Senado, Eric Cantor, el jefe de conversaciones sobre el presupuesto federal, Mitch McConnell, y el senador John Kyl de Arizona) le pidieron a Bernanke que no tomara la iniciativa. “Tememos – dice una carta enviada a la Fed – que más intervenciones puedan empeorar el estado de la economía”. La respuesta de Barney Frank, uno de los demócratas más autorizados, no se hizo esperar. "Es uno de los ataques más graves a la independencia del banco central en nuestra historia". En cualquier caso, es señal de que el margen de maniobra del helicóptero Ben es realmente estrecho.

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