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España sufre por Italia: la crisis de Roma corre el riesgo de noquear a Madrid

por Michele Calcaterra* - Bolsa a la baja, Bonos por las nubes, bancos al asalto: en Madrid crisis económica y política agravan el estado de salud del país - Por eso Madrid espera que Italia resista -Juntos al crédito, el turismo y la automoción

España sufre por Italia: la crisis de Roma corre el riesgo de noquear a Madrid

La ministra de Economía de España, Elena Salgado, dice que los problemas de Grecia deben resolverse lo antes posible. En realidad Madrid, más que Atenas, mira a la cercana Lisboa, pero sobre todo a Roma. Si los bancos de Italia reventaran, la ola del tsunami abrumaría al país ibérico sin ninguna posibilidad de defensa.

De hecho España vive en los últimos meses una de las páginas más difíciles de su joven historia democrática. No es sólo la economía y el empleo los que están en crisis, sino también la política. El liderazgo del presidente del Gobierno José Luis Zapatero, atacado desde hace meses por la oposición y la opinión pública, es en realidad frágil y al final de su mandato, dado que el Gobierno socialista expirará en la primavera del próximo año y no podrían ser elecciones anticipadas en otoño. Suficiente para que el país ibérico esté bajo el objetivo constante de las agencias de rating y los mercados. El diferencial con el bund alemán ha estado en máximos históricos durante la semana y el coste de refinanciación del Estado es cada vez más caro por la tensión en los tipos de interés. Con efectos fuertemente negativos en cuanto al desembolso de crédito a la economía y al sector productivo.

Desde este punto de vista, es lógico que la consolidación de las finanzas públicas parezca cada vez más problemática, así como la reactivación de la economía que lucha por crecer ante la ausencia, además, de paquetes de estímulo reales por parte del Gobierno. Por tanto, es difícil imaginar que en los próximos meses la situación en España pueda dar un giro radical y, por tanto, una mejora. Baste decir que la tasa de paro supera el 21% y se acerca al 40% para los jóvenes menores de 25 años.

Además, no es sólo el sector inmobiliario el que sufre (hay un millón de casas en stock sin vender) tras el estallido de la burbuja especulativa hace un par de años, sino también el sector de la automoción y el turístico, aunque en este último caso, la crisis en Oriente Medio y los países del Magreb nos ha dado un respiro. Pero eso no es todo. A la crisis de los tres sectores mencionados anteriormente se suma la crisis de los bancos. No tanto las más importantes como Santander o BBVA, sino aquellas -como han demostrado los resultados de las pruebas de resistencia- de tamaño medio-pequeño, en especial las Cajas de Ahorros.

Estos últimos, que llevan un año luchando con una profunda reestructuración y ya se han reducido sustancialmente a la mitad, intentan volver a la normalidad gracias a nuevas fusiones, privatizaciones y, por tanto, acceso a la Bolsa, pero también gracias a la inyección de efectivo público. Es un proceso que ha comenzado, pero que aún no ha concluido, lo que obviamente genera inestabilidad en la imagen internacional y limita severamente la confiabilidad del país. Después de haber resistido el impacto de Grecia, el de Irlanda y el de Portugal, está claro que España no resistiría si la crisis italiana se volviera contra sí misma. Por ello el Madrid reza y espera.

* ex corresponsal en Madrid de “Il Sole-24 Ore”

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