comparte

Enel, las empresas de servicios públicos desafían a Google en Big Data

Con la revolución digital y las fuertes inversiones planificadas, se abre un nuevo escenario de servicios, y la cantidad de datos que las empresas de servicios públicos podrán acumular desdibuja los límites con los gigantes de la Web.

Enel, las empresas de servicios públicos desafían a Google en Big Data

Energía, utilities y Big Data: ¿Enel –u otros operadores que quieran implicarse– le “robarán” el puesto a Google? El escenario es concreto y los involucrados en energía, la transformación digital de las redes y el colosal proceso de transición en curso de los combustibles fósiles al de fuentes renovables, ya en órbita, lo consideran un desenlace no tan lejano.

Las señales están todas y expertos, investigadores y directivos debatieron el miércoles en Enea sobre energía, revolución digital y escenarios internacionales. Así que veamos algunas pistas. No es casualidad que una multinacional como Enel encendiera los focos durante la última presentación del Plan trienal 2018-20 en Londres, sobre la nueva división Enel X. Pasará a ser el brazo operativo de e-Solutions pero no se trata sólo de un cambio de marca. La revolución digital, en la que el grupo invertirá 5,3 millones en el trienio (600 más que el plan anterior) estará dedicada en un 80% a las redes. De hecho, Francesco Starace, consejero delegado de Enel explicó hace unos días, es un paso necesario ya que el nivel actual de digitalización de la red de distribución permite manejar no más del 40% de la electricidad procedente de renovables -y ya estamos cerca de el umbral: cuando los objetivos de Italia aumenten al 55 % en 2025 y los de Europa alcancen el 80 % en 2050.

Pero a esta necesidad se suma otra, que es la de lanzar nuevos servicios para crear valor en un contexto en el que los objetivos europeos de eficiencia energética (+30% a 2030) tienden a reducir el consumo para el mismo uso. El avance tecnológico hace el resto. Y así como Google se prepara para entrar en el sector de la automoción con su coche autónomo, Amazon sustituye al correo para entregar millones de paquetes, Facebook prevé sustituir a los bancos para las transacciones de más de 2 millones de usuarios activos, la revolución tecnológica digital está abriendo escenarios impensables para las eléctricas hasta hace unos años. Ya se ha visto un primer inicio de "contaminación" con Open Fiber donde Enel, que controla el 50% del capital, ha despistado a Telecom Italia en la construcción de la nueva red nacional de fibra óptica. Acea ya ha firmado un acuerdo con OF en Roma y A2A está evaluando qué hacer en Milán.

Por otro lado, "en un mundo donde los límites tradicionales entre sectores industriales como las telecomunicaciones, la banca y la energía se vuelven cada vez más permeables y desdibujados -observa Francesco Venturini, jefe de Enel X en una entrevista reciente con Repubblica-, también se hace necesario ampliar sus fronteras hacia nuevas oportunidades de crecimiento. En este contexto de creciente competencia, amplificado aún más por el nuevo potencial que ofrece la digitalización, es necesario crear nuevas oportunidades de valor para el grupo”. Tanto es así que Enel pretende llevar el margen bruto de servicios inteligentes a empresas de 143 a 488 millones en tres años, de 98 a 261 millones para el hogar, de 132 a 216 millones el margen esperado para e-cities y de 2 a 86 millones que para la movilidad eléctrica, también vemos que de todas estas actividades podrá obtener muchos datos.

Giovan Battista Zorzoli, presidente de Free y gran experto en energía, en su próximo libro “¿Qué mercado eléctrico?” dedica un largo capítulo a los escenarios abiertos por las Tecnologías Disruptivas. “La digitalización de la energía -dice- permitirá a las eléctricas almacenar una gran cantidad de datos: cuando encendemos la luz avisamos que nos hemos despertado, cuando la apagamos señalamos que vamos a apagar, cuando cargamos el coche eléctrico “decimos” que estamos en el trabajo. La casa inteligente da otra información sobre nuestros hábitos de consumo y demás”. El la minería de datos ¿será por lo tanto también una actividad para los gigantes de la energía? Los tiempos no son inmediatos, pero las premisas están todas ahí. “Hoy –señala Venturini– el negocio de los datos se concentra en el mercado publicitario, donde la parte del león se la llevan los grandes operadores over-the-top. Enel también tiene miles de millones de datos como potencial, pero los gestiona con mucho cuidado y siempre de conformidad con las leyes y los consumidores”. Lo que, traducido, significa que la elaboración de perfiles de clientes afecta a la privacidad y la normativa impone unos límites a respetar en estos momentos. Pero Zorzoli ya va más allá, mira las ganancias que abren los nuevos escenarios vinculados al Big Data y argumenta que “los beneficios que se pueden conseguir deberían repartirse por igual entre las utilities y los consumidores”.

En conclusión, el Big Data para las utilities sigue siendo un tabú pero la transición tecnológica -en energía como en otros sectores- está acelerando los tiempos de forma monstruosa. Preparémonos para el despegue.

Revisión