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Elecciones en Reino Unido, el truco de Tinder para ayudar a Corbyn a decidirse

La idea surgió de dos jóvenes británicas que invadieron los perfiles de Tinder de sus compañeros con un chatbot pidiéndoles que fueran a votar (y en caso de que prefirieran a los laboristas a los tories).

Elecciones en Reino Unido, el truco de Tinder para ayudar a Corbyn a decidirse

¿Perdió Theresa May su mayoría absoluta en el Parlamento británico? Es (también) culpa de Tinder. No es broma: apoyarlo es la versión internacional del New York Times, según la cual dos activistas laboristas, para reducir la abstención entre los jóvenes y frenar así el consenso de los conservadores (que de hecho ganaron las elecciones pero perdieron escaños), han ideado un curioso método.

Es bien sabido que las redes sociales son cada vez más importantes en las campañas electorales, pero nunca antes se había oído hablar de Tinder. ¿Cómo irrumpió en el debate político la app más íntima, la dedicada a buscar el alma gemela por internet, además en una sesión electoral tan importante como la del Reino Unido? Ingenioso pero simple: a través del llamado "chatbot", es decir, el chat-robot, un programa utilizado por Tinder que simula una conversación entre un robot y un ser humano, que permite diálogos automáticos funcionando bien como usuario del propio chat o bien como persona que responde a las preguntas frecuentes.

En este caso, actuaron como un verdadero spot electoral. La idea surgió de dos jóvenes inglesas, Yara Rodrigues Fowler y Charlotte Goodman, de 24 y 25 años, que utilizaron la plataforma Tinder no para seducir a otros usuarios y concertar citas amorosas sino para incitarlos a votar. Según ellos, 30 mil habrían sido alcanzados por su chatbot, muchos de ellos jóvenes (por lo tanto, notoriamente menos inclinados a votar por Theresa May) y en distritos electorales clave, donde la elección del diputado se decidió por unos pocos votos.

Para tener éxito en esta empresa, las dos chicas usaron no solo su perfil, sino que a través de mensajes en Twitter y Facebook pidieron a otros usuarios que prestan sus perfiles a la causa de Corbyn y Labor. Así, los distintos perfiles dieron paso al chatbot que preguntaba por quién pretendía votar el usuario, sugiriendo también –de forma un poco traviesa, como en el estilo típico de las webs de citas– opciones en función de la circunscripción.

“Precisamente porque Tinder es una red social íntima –dijo Yara Rodrigues Fowler-, la gente se abre más fácilmente y también habla con franqueza sobre política”. Alguien ha matado incluso dos pájaros de un tiro: con el pretexto de hablar de política, honraron la vocación original de Tinder invitando a cenar al interlocutor o la interlocutora. Como mínimo, ante los argumentos "convincentes" de un apuesto contemporáneo, habrá pensado en votar por los laboristas.

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