La Dirección de la Musja, un museo en Roma nacido hace algo menos de un año (dimos la noticia exactamente el pasado mes de julio de 2019) el objetivo de compartir, con toda la comunidad, la vasta colección del difunto fundador Ovidio Jacorossi, informa el cierre del espacio con una carta.
Sin embargo, la breve pero intensa experiencia de Musja terminó con un gran éxito: la exposición "El lado oscuro - ¿Quién le teme a la oscuridad?", curada por Danilo Eccher, con la que se inauguró la programación expositiva en octubre de 2019. En pocos meses hemos recibido a más de 10 visitantes, cuya respuesta entusiasta nos ha dado fuerzas, ha confirmado la validez del proyecto y ha demostrado la necesidad de iniciativas similares.
Lamentablemente, las medidas restrictivas por la emergencia sanitaria del Covid-19 no permitieron que el Museo reabriera sus puertas. De hecho, los límites de acceso y las numerosas normas sanitarias no se corresponden ni con las características de una exposición repleta de grandes instalaciones site-specific ni con la estructura tan particular del espacio, creado en un edificio situado en el corazón de Roma, en las antiguas ruinas del Teatro di Pompeo y que a lo largo de los siglos ha visto la estratificación de elementos arquitectónicos de diferentes épocas, desde la época romana hasta el Renacimiento.
Guardiana de tan preciado patrimonio, la familia Jacorossi decidió en 2017 intervenir con una importante obra de restauración que protegió el espacio, conservando sus peculiaridades, y haciéndolo apto para su apertura al público. De aquí nació 'Musia', un laboratorio de experimentación multidisciplinar que con el tiempo ha ido creciendo para convertirse en 'Musja', un museo real, innovador, abierto al diálogo con el público e inspirado en la profunda convicción de Ovidio Jacorossi sobre la centralidad de la persona humana. Un principio que le ha permitido –en el transcurso de su dilatada trayectoria– considerar arte y empresa como un binomio inseparable, identificando precisamente en el arte ese punto de encuentro entre la búsqueda del lucro y el interés colectivo.
Desafortunadamente, la experiencia de Musja termina aquí. Por muy motivados que estemos para arremangarnos y muchas ganas de contribuir al reinicio del sector cultural, para una pequeña realidad privada como la nuestra, el momento no es el más feliz. Los trámites excesivamente burocratizados, los pocos incentivos para reiniciar y la gran incertidumbre sobre lo que sucederá, no permiten establecer un cronograma para los próximos meses. Y sin embargo, el arte y la cultura miran al futuro, lo imaginan y contribuyen a perfilar sus contenidos. A falta de perspectivas, se apaga su luz, se vuelven impotentes y se priva a la comunidad de un valor esencial. La exposición "El lado oscuro - ¿Quién le teme a la oscuridad?" abordó precisamente este tema: 13 artistas de renombre internacional presentaron su interpretación personal de ese sentimiento y cómo superarlo. Esperamos que esta oscuridad se desvanezca pronto y que el arte pueda volver cuanto antes a desempeñar su papel de luz y guía. Ovidio María Jacorossi – Director de Musja
