comparte

Economía circular y residuos: Italia vuelve a intentarlo

El Parlamento de Estrasburgo ha aprobado las nuevas reglas sobre la economía circular que se centran en la gestión del ciclo de los residuos: para Italia es un desafío difícil pero que debe asumirse: esto es lo que cambia

Economía circular y residuos: Italia vuelve a intentarlo

Cumplamos los plazos y Europa será más competitiva en términos de medio ambiente, residuos y energía. El Parlamento de Estrasburgo ha aprobado finalmente las nuevas normas sobre economía circular con una invitación a apoyar lo aprobado. En el centro está la gestión del ciclo de residuos, considerado el verdadero negocio continental. Para Italia el nuevo reglamento es sollievo y preocupación al mismo tiempo. Sobre todo por los retrasos crónicos en el abandono definitivo de los vertederos: la otra cara de la moneda de una facturación en torno a los 1000 millones de euros al año. Y las nuevas reglas llegan cuando en Campania y Sicilia se enfrentan a otra emergencia, la quiebra de las empresas municipales. Y en Roma no sabemos por dónde empezar. 

En Estrasburgo, sin embargo, los tiempos estaban claramente establecidos. Para el 2025 se deberá reciclar al menos el 55% de los residuos municipales domésticos y comerciales, con tendencia hacia el 2030, cuando la barra de eficiencia subirá al 60%, para detenerse en el 65% en el 2035. Tiempos preestablecidos también para el tratamiento de tipos de residuos tales como envases de papel, plástico y vidrio. ¿Están preparadas las industrias italianas para respetar estas fechas? ¿Y los Municipios y Comarcas que tanto poder tienen en este sector? Basado en datos de municipios recicladores los italianos producen 497 kilos de residuos pro capita por año. Alrededor de un tercio va al vertedero con tratamientos posteriores no contaminantes, pero separar los residuos es como un rompecabezas. 

Como siempre sucede entre Bruselas y Estrasburgo, las nuevas reglas necesitan "respirar". En este caso, durante las próximas 3 décadas, los vertederos podrán seguir recibiendo moderadamente residuos municipales. Sin embargo, no más del 10% de los producidos, para permitir que los administradores de vertederos se equipen a tiempo. El realismo dicta que pensar en llegar a 2035 -ex lege- con los papeles en regla, puede convertirse en una ilusión, tras décadas de sanciones, multas y escándalos. En las notas adjuntas al nuevo reglamento de la UE se señala que Austria, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Holanda, no han usado ninguno durante añosn tipo de residuo en vertedero. Su ejemplo y el crecimiento económico del reciclaje son el trasfondo de los plazos para los próximos años. Nada es imposible si los países individuales hacen un esfuerzo y tienen la intención de crecer. Los esfuerzos operativos e industriales a realizar son considerables, pero la estrategia es la de la circularidad económica trazada por Naciones Unidas. Es importante que Europa ahora también se haya hecho cargo del desperdicio de alimentos, que también debe reducirse en un 30 y un 50 % para 2030. Se está discutiendo una forma de vivir, producir y consumir donde los millennials pueden marcar la diferencia.

Revisión