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e-G8: primera cumbre de los poderosos de la web. También estuvieron presentes Bernabé y De Benedetti.

Nicolas Sarkozy inauguró hoy en París el primer foro internacional sobre Internet y telecomunicaciones, reuniendo a la élite de la web para debatir el desarrollo futuro de la web.

e-G8: primera cumbre de los poderosos de la web. También estuvieron presentes Bernabé y De Benedetti.

El eG8 hizo su debut hoy en los Jardines de las Tullerías: un foro internacional que reúne a los protagonistas de Internet. Participan todos los líderes mundiales de la economía digital: desde el estadounidense Mark Zuckelberg de Facebook hasta el ruso Yuri Milner de DST (Digital Sky Technology). Pero hay más de mil representadas entre Google, Twitter, Wikipedia, Groupon, Ebay, Microsoft, Hauwei y muchas otras empresas.
El programa incluye mesas redondas, conferencias y talleres en los que todos los grandes nombres debatirán sobre los temas que más llaman la atención de los internautas: cibercrimen, propiedad intelectual, fiscalidad, neutralidad de la red, seguridad o educación a distancia son solo algunos ejemplos. Entre los pocos italianos que fueron invitados a hablar estaban Franco Bernabè, presidente ejecutivo de Telecom Italia, Luca Ascani, cofundador y presidente de Populis, y Carlo De Benedetti, presidente de L'Espresso Publishing Group.
La manifestación fue fuertemente anhelada por el presidente francés Nicolas Sarkozy, quien el jueves presidirá el actual G8 en Dauville, para reafirmar su idea de una red regulada a escala ciudadana. En 2010 el mundo cibernético lo había colocado en el centro de una fuerte polémica por su ley Hadopi, una norma que prevé la "desconexión forzosa" de quienes violen los derechos de autor en la web. Durante la inauguración, Sarkozy instó a los grandes nombres a prestar más atención a la "responsabilidad colectiva" de la web que no puede escapar a los estándares internacionales.
El presidente comparó la revolución de Internet con las de Galileo y Newton para la ciencia. Su alcance es global y es un cambio que no lleva bandera. La web es un poder extraordinario para la libertad de expresión, pero no puede ignorar los principios y reglas mínimos comunes a todo el mundo en línea. Pero los protagonistas de la web están en París para defender su visión de la web y debatir el modelo económico a adoptar para asegurar su desarrollo y supervivencia. Y ya desde los primeros comentarios de los cibernéticos no parece que se aprecie mucho el estatismo de Sarko.

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